El síndrome de megaesófago en perros es considerado de manera general como la dilatación patológica del esófago, pero en realidad es una enfermedad mucho más compleja que puede llegar a manifestarse principalmente en razas como: schnauzer miniatura, gran danés, labrador retriver, pug y shar-pei, formando una bolsa dentro de la cual se retiene la comida, el liquido ingerido, y que obstaculiza el paso hacia el estómago del animal.
El esófago es un tubo muscular que conecta a la garganta con el estómago, tiene una longitud de 30 cm si hablamos de un perro de mediano tamaño y un calibre que varía entre 2 y 2.5 cm estando vacío.
Este tubo se divide en tres porciones que son, la cervical, la torácica y una muy corta conocida como la porción abdominal, además, su pared se compone de cuatro capas; la adventicia que es la mas externa, la muscular, la submucosa y finalmente la mucosa.
La irrigación del esófago proviene de las arterias carótidas comunes, de la arteria tiroidea de la porción cervical y en su parte final o terminal recibe la irrigación por parte de las arterias esofagianas retrógradas que provienen de la arteria gástrica.
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Causas del megaesófago en perros
La enfermedad del megaesófago en perros puede ser congénita o adquirida, la primer forma suele ser ideopática o por alguna causa desconocida, mientras que la forma adquirida además de poder ser ideopática, puede presentarse por las siguientes razones:
- Inflamación del esófago.
- Toxicidad.
- Infecciones parasitarias.
- Enfermedades neuromusculares como la miositis.
- La presencia de un cuerpo extraño.
- Presencia de tumores.
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Síntomas del megaesófago en perros
El principal signo del megaesófago en perros es la regurgitación (vómito sin previo aviso) de agua, mucosas o de los alimentos, y la neumonía, ésta última se manifiesta debido a la entrada de alimentos y líquidos a los pulmones, además, puede llegar a padecer de secreción nasal, y tos. Otros de los síntomas de esta enfermedad son:
- Ruidos respiratorios bastante fuertes.
- Pérdida repentina de peso, también conocida como coquexia.
- Aumento o disminución drástica del apetito.
- Babeo excesivo o ptialismo.
- Dificultad para tragar.
- Halitosis o mal aliento.
- Hace un sonido entrecortado frecuentemente como si intentara aclarar su garganta.
- Muchos perros pueden desarrollar problemas gastrointestinales.
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Diagnóstico del megaesófago en perros
Los tratamientos de esta enfermedad son muy pocos, el megaesófago puede presentarse en perros de todas las edades sean cachorros o de edad avanzada, generalmente cuando se trata de un cachorro, su aparición se atribuye a una causa genética. Es necesario que usted visite frecuentemente al veterinario, éste le realizará un examen físico a su animal de compañía en donde logrará identificar la enfermedad a raíz de la sintomatología, siendo la regurgitación o vómito como se mencionó anteriormente el más usual, de esta manera descartará que se trate de cualquier otra enfermedad.
Los exámenes sanguíneos y de orina no suelen mostrar alteraciones en un perro que padezca megaesófago, por lo que son los estudios radiológicos los que mostrarán las condiciones en que se encuentra en esófago.
En la actualidad existen técnicas como la esofagoscopia, que permite realizar un examen al interior del esófago por medio de un esofagoscopio, que además de observar las áreas internas, es una gran herramienta para extraer cuerpos extraños.
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Tratamiento del megaesófago en perros
El perro deberá comer estando en una posición vertical, es decir, en dos patas y esto es posible con una Silla Bailey, él deberá permanecer en la silla durante aproximadamente 30 minutos después de cada comida para que los alimentos transiten por todo el esófago.
Bríndele una alimentación baja en grasa y recuerde que el organismo de cada perro actúa diferente por lo que tendrá que encontrar los alimentos de alta energía adecuados que su animal de compañía mejor tolere.
Será el veterinario quien le formule los medicamentos que su perro deberá ingerir, pero también existe la posibilidad de realizar una cirugía, pero esta última alternativa depende de la gravedad de la enfermedad.
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