Los cuerpos de casi 90 elefantes fueron encontrados cerca del santuario de vida silvestre Delta de Okavango, en Botswana (Sudáfrica). Fueron 87 elefantes encontrados muertos, sacrificados por sus colmillos hace apenas unas semanas, según la BBC, con la escala de muertes por caza furtiva que ahora se informa que es la más alta registrada en África.
Elephants Without Borders y el ministerio de Fauna y Parques Nacionales del país recopilaron estas cifras tras realizar un recuento aéreo de la población de elefantes.
El aumento entre los elefantes cazados furtivamente dentro de las fronteras de Botswana coincidió con el desarme de la unidad anticaza furtiva, lo que sugiere que podría ser una causa.
Casi 90 elefantes fueron encontrados sin vida
Antes de que los cazadores furtivos estuvieran asesinando elefantes por su marfil dentro de las fronteras de Botswana, esta zona había sido vista por los conservacionistas como un lugar seguro para los elefantes; con incidentes de caza furtiva que se consideraban raros.
De hecho, el seguimiento de los datos de collar mostró cómo los elefantes que viajaban lejos de Angola, Namibia y Zambia tomaron la decisión de permanecer dentro de los límites supuestamente seguros de Botswana.
Los conservacionistas están instando al nuevo presidente Mokgweetsi Masisi a tomar medidas para proteger a los elefantes de Botswana. Pues temen que el gobierno esté ignorando la magnitud del problema en un intento por proteger la reputación del país.
El Dr. Mike Chase, de Elephants Without Borders, dijo a la BBC:
«Estoy sorprendido, estoy completamente asombrado. La escala de la caza furtiva de elefantes es de lejos la más grande que he visto o leído sobre cualquier lugar de África hasta la fecha. Cuando comparo esto con las cifras y los datos del Gran censo de elefantes, que realicé en 2015, estamos registrando el doble del número de elefantes recién capturados que en cualquier otro lugar de África».
Ese censo de 2015 estimó que un tercio de los elefantes de África habían sido asesinados en los diez años anteriores, y que el 60% de los elefantes de Tanzania habían sido asesinados en los últimos cinco años.
El Dr. Chase dijo:
«La gente nos advirtió sobre un problema inminente de caza furtiva y pensamos que estábamos preparados para ello. Los cazadores furtivos ahora están cambiando sus armas a Botswana. Tenemos la población de elefantes más grande del mundo y es temporada abierta para los cazadores furtivos. Claramente, debemos hacer más para detener la escala de lo que estamos registrando en nuestra encuesta».
El Dr. Chase siguió instando al gobierno de Botswana a tomar «medidas urgentes e inmediatas»:
«Botswana siempre ha estado a la vanguardia de la conservación y requerirá voluntad política. Nuestro nuevo presidente debe defender el legado de Botswana y abordar este problema rápidamente. El turismo es de vital importancia para nuestra economía, nuestro trabajo, así como nuestra reputación internacional, que está en juego aquí como un bastión seguro para los elefantes».
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