Esta ternera tenía dos semanas cuando Carly Henry se enteró de la terrible situación que estaba viviendo después de ser confiscada durante una investigación de negligencia animal.
Ella se encontraba hambrienta, enferma de neumonía, y necesitaba un cuidado constante para lograr sobrevivir.
Carly no dudó en adoptar a la preciosa ternerita, pues además de su interés por proteger la vida de los animales, ella siempre ha oído a la gente decir que el amor de una vaca es inigualable.
Vaca bebé rescatada duerme en la cama de los perros
La mujer es directora de Carly’s Critter Camp, un santuario en las afueras de Austin, Texas, y ha rescatado a muchos de los animales que viven allí.
Debido a su delicado estado de salud, la ternera comenzó a vivir en la casa de Carly al lado del santuario junto con sus perros, gatos y su esposo.
Carly dijo a The Dodo:
«Le dije a mi esposo: ‘Oye, mira a este bebé’, y le mostré una foto de la ternera cubierta con mantas… Le dije: ‘¡Realmente quiero llevarla y alimentarla con un biberón!'».
Aunque se sorprendió con la idea, su esposo finalmente apoyó esta decisión.
La mujer llamó a la ternera Tulip y tan pronto como llegó a su hogar logró robarse el corazón de todos en menos de un minuto. Tulip se encontraba muy agradecida, los besaba y le encantaba que la acariciaran detrás de las orejas.
La ternerita encajó a la perfección con los demás animales de la casa, tanto así que la cama de los perros se convirtió en uno de sus lugares preferidos para descansar acurrucada junto a ellos.
El esposo de Carly estaba asombrado con lo pronto que Tulip se adaptó a su nueva familia. Y Carly decidió comprarle una cama elástica para ella sola al ver que le encantaba permanecer en la cama de los perros.
Carly dijo:
«Le tomó solo un minuto para descubrirla, y colgó sus patas delanteras a un lado».
Pasaron los meses, y Tulip no dejó de ser la consentida de su madre adoptiva.
Además ha demostrado ser muy astuta, siempre recuerda a la perfección cuándo es hora de comer, Carly la escucha mugir cuando tiene hambre.
Todo el amor que la mujer le ha brindado ha logrado avances significativos en su recuperación.
La ternera se ha hecho amiga de todos los animales rescatados en la granja, además le encanta convivir con los grupos de niños que visitan el lugar.
Es muy amigable con todos, y ellos la aman, la abrazan y cuando era mas joven incluso la alimentaban con un biberón.
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Después de estar al lado de Tulip durante estos últimos meses, Carly se dio cuenta de que era verdad lo que decían del amor inigualable que puede llegar a surgir cuando convives con una vaca.
Carly dijo:
«Oh, Dios mío, es verdad. La quiero demasiado, demasiado, demasiado. Ella está más grande y sana. Estaba tan preocupada por ella cuando vino por primera vez. La amo más de lo que las palabras pueden decir».
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