Un orangután fue liberado tras permanecer la mitad de su vida encerrado en una caja de madera de 10 pies cuadrados en la provincia de Borneo, el primate tiene cuatro años de edad y sus rescatistas de la organización internacional de rescate animal (IAR) y los funcionarios del departamento forestal (BKSDA) lo nombraron Kotap.
Kotap solo tenía contacto con un pitillo y una botella de plástico vacía con la que jugaba. Él se encontraba muy asustado con el mundo exterior cuando los rescatistas abrieron por primera vez la escotilla delantera de la caja, así que estos lo convencieron lentamente de que estaría a salvo antes de llevárselo.
Uwi, el veterinario de la organización IAR, dijo:
«Kotap estaba muy estresado por todos los extraños que se reunieron para verlo cuando fue liberado de la caja».
«Él se puso nervioso y agresivo, que no es algo sorprendente. Así que durante el largo viaje de regreso al centro mantuvimos a la gente lejos de él para que permaneciera tranquilo y callado».
El temor que sintió Kotap es el resultado de dos años de aislamiento en esa oscura caja de madera.
Su aprehensor, un hombre llamado Baco, afirmó que recibió el orangután por algunas personas que conoció en la aldea de Ketapang, Kalimantan Occidental.
Baco llevó al orangután a su casa para cuidarlo, pero se preocupó de que éste pudiese causar molestias a los vecinos y por eso decidió construir la caja.
Kotap estuvo alimentándose con comida para humanos como pan y arroz. Baco afirmó que le encantaban los fideos instantáneos sin cocer.
Los funcionarios de la organización BKSDA ya le habían informado a Baco que debía liberar a Kotap, pero éste nunca había hecho caso hasta que entendió la difícil situación de los orangutanes en Borneo.
Kotap fue privado de expresar o ejercer las conductas naturales de su especie.
Alan Knight, director ejecutivo de IAR, dijo:
«Este pobre orangután se había mantenido solo en la oscuridad durante dos largos años – la mitad de toda su vida fue privado de todo lo que un orangután tiene que vivir en la naturaleza».
Orangután fue liberado tras pasar dos años en una caja de madera
Alan dijo:
«A los cuatro años de edad, todavía debería estar con su madre, aprendiendo de ella a escalar y a moverse en el bosque, los alimentos que debe comer y qué evitar, y cómo construir un nido en los árboles para dormir cada noche».
Alan añadió:
«Afortunadamente ahora, después de un período en cuarentena, Kotap se reunirá con otros orangutanes rescatados en nuestro centro y se embarcará en un largo viaje de rehabilitación para ser liberado de nuevo en la selva a la que pertenece».
Hace menos de dos meses el equipo de IAR rescató a Amy, cuya triste historia es muy similar a la de Kotap.
Karmele Llano Sánchez, miembro de la organización IAR, dijo:
«Es importante que la gente se de cuenta de que, si continúan infringiendo la ley mediante la captura de los orangutanes para mantenerlos como animales de compañía o venderlos, la especie se extinguirá».
Más información: Daily Mail
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