John Garret Burrow, soldado de Fort Bragg, hace dos años cometió una atrocidad en contra de su mascota Riley y tuvo que pagar las consecuencias con el peso de la ley. El soldado fue condenado por cometer actos de crueldad animal al ahogar a su perra para evadir algunas de sus deudas con el veterinario.
Riley tenía 8 meses de edad, era una hermosa perra mezcla de labrador y pastor alemán, ella se lesionó su pata y su tratamiento costaba alrededor de 2.500 dólares. Burrow no tenía cómo pagar esa cantidad de dinero y se le hizo fácil “solucionar” el problema por su propia cuenta.
Él utilizó la cuerda de un paracaídas militar para amarrar las patas y el hocico de Riley, y después la tiró al lago de McFadyen en Fayetteville, Carolina del Norte.
Afortunadamente, este acto no quedó impune, fue un delito grave y el soldado fue declarado culpable. La esposa de Burrow también fue acusada de ser cómplice del atroz crimen.
El juez Jim Ammons sentenció a Burrow a 30 días en la cárcel, 100 horas de servicio comunitario limpiando jaulas de algún refugio animal local.
Burrow deberá cargar consigo la foto de Riley por un periodo de prueba de dos años en libertad condicional, con el fin de que recuerde a cada instante su terrible equivocación. Probablemente, Burrow pierda su carrera en el ejército.
«Quiero que recuerden a Riley. Riley estaba en la vida plena», le dijo el juez Ammons a Burrow. «No hago esto a la ligera. Lo que hiciste fue horrible, absolutamente horrible, y hay consecuencias que pagar por eso».
«No tengo ninguna excusa», dijo Burrow. «Acepto la responsabilidad, y he aprendido de mis errores.» También añadió, «siempre he tenido perros y me encantan».
Supuestamente, Burrow y su esposa habían intentando recaudar dinero por medio de una página llamada GoFundMe, pero el dinero seguía siendo insuficiente y la única alternativa que encontraron fue ahogar a Riley para deshacerse del problema.
Este soldado fue condenado por ahogar cruelmente a su perra
Nada justifica semejante atrocidad, aunque Burrow se encontraba en una difícil situación económica, ninguna persona que ame a los animales en sus cinco sentidos podría hacer algo así con una criatura totalmente inocente.
El alguacil Moose Butler dijo a Fayetteville Observer:
«Ahogar a un animal no tiene ningún sentido. Nadie puede justificar ese tipo de crueldad sin sentido».
El juez Ammons no puede generalizar la crueldad animal. «Tenemos demasiados de estos casos en este momento, y no sabemos la causa», dijo. «Es frustrante, pero también me hace esperar que tal vez el público está recibiendo el mensaje de que los animales necesitan ser tratados con humanidad».
Aunque muchos consideran que este soldado fue condenado con mucha levedad, el juez Ammons intentó utilizar como castigo la propia conciencia de Burrow y cada vez que éste vea la imagen de Riley va a recordar durante los dos años en que se encuentre con libertad condicional el momento en que causó la terrible muerte de un ser totalmente inocente .
Más información: I Heart Dogs | FayObserver | Facebook
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