La historia del «hachiko peruano» se dio a conocer hace algunos días por medio de las redes sociales y estremeció el corazón de miles de personas. Este hermoso perrito llamado en realidad Ramsés esperó durante tres días afuera de un hospital deseando volver a ver a su padre que infortunadamente había fallecido.
Leona Morris, compartió en Facebook algunas fotografías del perro afuera del hospital junto al siguiente mensaje:
«Este perrito está esperando a que salga su humano, pero hace tres días la persona falleció. Él sigue esperando, se encuentra en el hospital Essalud de Angamos y necesita, por lo menos, encontrar un temporal».
La publicación se compartió ese mismo día más de 3.500 veces, y gracias a eso Magaly Periche y Carlos Zelad se enteraron de la situación del perrito para así decidir ofrecerle una segunda oportunidad de vida.
Magaly le dijo a El Comercio:
“Cuando leí que su dueño había fallecido, que el perrito llevaba 3 días esperándolo y que nadie había ido a verlo pensé ‘pobrecito, nadie se lo va a llevar’”.
Adoptaron al perrito que esperaba a su padre que murió en un hospital
Cuando la pareja llegó al hospital, el perrito no se encontraba por ningún lado, pero después se dieron cuenta de que estaba siendo cuidado en un restaurante cercano. El rostro de Ramsés reflejaba una gran tristeza.
Magaly dijo:
“Justo semanas antes Carlos y yo habíamos estado viendo de adoptar un perro, pero nos desanimaba la cantidad de requisitos y papeleos que nos exigían. Pensamos que con este perro ya no habría obstáculos, así que fuimos a buscarlo”.
“Lo encontramos tendido en el piso. Había otras personas que habían llegado a verlo, pero nos dijeron que llevaban 40 minutos ahí y ni con comida lo podían mover. La señora del restaurante hasta comentó que parecía que el perrito se había dejado morir de pena”.
Carlos agregó:
«Le toqué su cuellito, le dije ‘hey’ y así se levantó. La gente decía que era un milagro, luego me senté en el piso para estar a su altura y empezó a mover la cola, le dije a Magaly ‘ya está, lo llevamos’, y eso hicimos”.
Ramsés fue llevado al veterinario donde le trataron una infección que tenía en sus orejas y luego se reunió con su nueva familia que se encuentra conformada por la pareja y otras dos hermosas perritas llamadas Isis y Arena.
Magaly dijo:
“Al principio me preocupó que fuera macho y grande, felizmente se ha adaptado muy bien a nosotros”.
La mujer además compartió en su perfil de Facebook una fotografía de la familia, acompañada del siguiente mensaje:
«Ahora tengo 6 ojos y 12 patitas que me siguen por toda la casa».
Ramsés nos demostró una vez más que la fidelidad y el amor que puede llegar a sentir un perro hacia su familia es inigualable, y también nos reconforta saber que existen personas de muy buen corazón como Carlos y Magaly dispuestas a transformar vidas de una manera tan positiva.
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