Un día, un gato atigrado naranja entró en la colonia buscando un poco de comida. Sia, una cuidadosa guardiana de los gatos callejeros, empezó a alimentarlo mientras observaba todos sus movimientos.
Días después, el felino regresó en un estado preocupante con un ojo infectado. Poco después, su estado empeoró rápidamente hasta el punto de no poder abrirlo en absoluto.
En un intento desesperado por salvar la vida del gato, al que llamó Lion (Leon), Sia decidió que era su deber rescatarlo. Tras colocar una trampa humanitaria, consiguió poner a salvo a Leon. Melanie, una rescatadora de animales de la zona, se enteró de su historia y se ofreció a prestarle ayuda.
Gato apareció buscando ayuda después de años en las calles

Con mucho cuidado, llevaron a León al veterinario para que lo examinara a fondo. Al parecer, consciente de sus esfuerzos y atenciones, permaneció tranquilo durante toda la visita.

Después de que el gato diera positivo en la prueba del VIF, empezó una serie de tratamientos, incluido el de una úlcera ocular y problemas estomacales. Además, se determinó que tenía entropión, es decir, que tenía los párpados doblados hacia dentro como anomalía.

La vista de Leon se vio gravemente afectada por la enfermedad, que le causó una inmensa irritación de la córnea y podría haberle provocado infecciones. Gracias al apoyo de Chatons Orphelins Montreal, se realizó una intervención quirúrgica que salvó la vida de Leon, no solo se recuperó, sino que encontró un hogar de acogida donde pudo curarse y recibir cuidados.
El centro de rescate compartió con Love Meow:
“Cuando llegó por primera vez, vimos un pequeño león en él. A pesar de ser FIV positivo, su recuperación fue buena y obtuvo una nueva apariencia adorable”.
Tras luchar contra la tristeza de la vida en la calle, Leon pudo experimentar finalmente una sensación de libertad y su personalidad fuera de lo común se hizo aún más evidente. Morgane y Alvin, los padres de acogida de Leon, estaban asombrados por su entusiasmo por el conocimiento.
Ellos dicen:
“Es muy inteligente y curioso por todo. Le gusta ser el rey de la casa y sigue a sus humanos a todas partes”.

A Leon le apasionaba la comida y empezó a aprender distintos trucos con golosinas. Rápidamente, dominó órdenes como ir a buscar juguetes, darse la vuelta, dar patadas y tumbarse a petición de sus humanos.
Para asombro de sus padres adoptivos, León, que llevaba muchos años acostumbrado a la vida al aire libre, demostró ser excepcionalmente capaz cuando le presentaron una campana a la hora de cenar. Mostrando una aptitud y un entusiasmo notables hacia esta nueva tarea.
Al poco tiempo, Leon descubrió que tocando la campana llamaba a su humano para que le diera una deliciosa sorpresa. En un abrir y cerrar de ojos, se convirtió en un experto campanero.
Su familia de acogida cuenta:
“Le encanta cuando tiramos una pelota y nos la devuelve. Salta y corre como una ovejita bebé. Es solo un gatito de corazón”.

Tras un viaje de mucha exploración y curación, Leon acabó convirtiéndose en su verdadero yo, con un espíritu indomable. Ahora, satisfecho y deseoso de empezar el siguiente capítulo de su vida, encontró lo que había estado buscando: ¡la casa de sus sueños!
Sus padres adoptivos dicen:
“Llegó con su gran carácter y espíritu juguetón. Leon es cariñoso y pegajoso, y tiene mucho amor para dar”.

El apetito de Leon es insaciable, y mantiene una salud física impresionante junto con un espíritu juvenil.
Su VIF no le impide hacer nada: sigue deslumbrando a todos con su aptitud para aprender trucos nuevos. Cuando se abren las puertas del armario de la cocina, se oyen sus estruendosos trotes al acercarse. Su energía y entusiasmo resuenan en todo el piso.