Una persona de buen corazón descubrió a Crookshanks en las calles de Brooklyn, Nueva York, y se puso en contacto con Giselle, una voluntaria asociada a Little Wanderers NYC. Ellos responden inmediatamente a las llamadas de apoyo para los animales heridos o abandonados que lo necesitan.
Cuando Giselle llegó a su destino, encontró al gato atigrado acurrucado frente a un refugio para personas sin hogar. En cuanto el gato escuchó la voz de la mujer, caminó inmediatamente hacia ella en busca de afecto.
En ese momento la rescatista supo que debía ayudar al felino a encontrar una nueva oportunidad de vida.
Gato está feliz cuando una mujer regresa para rescatarlo
La mujer volvió al lugar con una trampa y algo de comida, con la esperanza de atraer al gato de vuelta. Al principio no lo vio, pero tras llamarlo varias veces, el simpático felino corrió hacia ella.
Giselle le dijo a Love Meow:
«Estoy aquí para buscarte hoy. Hoy es tu día. Has esperado lo suficiente».
Tras llevarse a Crookshanks a casa, Giselle se puso en contacto con el centro de rescate. Melina Nastazia, voluntaria de acogida de Little Wanderers NYC, que se ofreció a cuidar del gatito hasta que pudiera encontrar un hogar definitivo.
Aliviada Giselle agregó:
«Nunca tengo que pasar por este refugio y ver a este gato acurrucado de nuevo con este clima. Este gato era demasiado amistoso para estar en la calle».
Melina, la nueva madre de acogida del gato, recibió al felino con los brazos abiertos.
Ella recuerda:
«¡Debido a su tamaño, su equipo de rescate asumió que era una mamá muy embarazada! Resulta que es un chico castrado muy grande. Tenía algunos ácaros en los oídos y pulgas de los que nos ocupamos de inmediato. Parece muy agradecido de estar adentro, lo que expresa con fuertes ronroneos y amasando”.
Crookshanks tenía aproximadamente 6 años y, al parecer, había vivido anteriormente en una casa, según se descubrió en un reconocimiento médico ya que incluso había sido castrado.
Melina cuenta:
«Es seguro y elegante como un tigre. ¡Le encanta la hierba gatera y la hora de comer! Su lugar favorito es amasar en el regazo mientras alguien le acaricia el cuello y la espalda».
En su hogar de acogida, el dulce gato atigrado, comenzó a disfrutar de la vida de interior, del amor de una familia y de deliciosos pasabocas.
Por suerte, fue solo cuestión de tiempo que una maravillosa familia descubriera la historia del gato y decidiera darle el hogar cariñoso que merecía. Crookshanks vive ahora su mejor vida con su nueva familia.