Elsa fue acogida por Kimberly DeFisher, una rehabilitadora de vida silvestre, quien luego de recibir un mensaje sobre un misterioso animal que necesitaba ayuda, no dudó ni un instante en cuidar de ella.
Cuando Kimberly aceptó ayudar a Elsa, ella ni siquiera estaba segura de qué animal se trataba, pero una vez que la recibió y retiró la toalla que la cubría supo de inmediato que se trataba de un armiño.
Ya bajo su cuidado, Kimberly le acondicionó una manta térmica, y al parecer Elsa supo de inmediato que ese era un lugar seguro para descansar, ya que no pasó mucho tiempo antes de quedarse dormida.
Animal misterioso le robó el corazón a esta rehabilitadora de vida silvestre

A Kimberly le dijeron que posiblemente el armiño había sido arrollado por un auto, pero una vez que el veterinario la examinó, este llegó a la conclusión de que lo más probable es que Elsa estaba siendo criada en cautiverio, y por esto sus malas condiciones de salud.
Elsa fue verdaderamente afortunada, ya que con los cuidados que recibió, pudo superar los momentos difíciles y ahora tiene una evolución constante.
Aún se desconoce si podrá regresar a la naturaleza, sin embargo, Kimberly se ha empeñado en hacer todo lo posible para garantizar que Elsa reciba la atención que necesita para sanar por completo y hacerse más fuerte cada día.
Aunque es incierto el destino de Elsa, una cosa sí está clara: los humanos tenemos la responsabilidad de respetar y cuidar a todos los seres vivientes.

No solo debemos evitar que animales como el armiño caigan en las manos equivocadas, sino también alejarnos de la tentación de criarlos en cautiverio. Hagamos lo correcto aprendiendo de la importante lección que nos ha enseñado Kimberly DeFisher: demostremos nuestro amor por los animales salvajes ayudándolos; no reteniéndolos.