Jag tiene 13 años y vivió la mayor parte de su vida encerrado en un gallinero, en Maryland, Estados Unidos, con otros 300 perros. Todos ellos se encontraban en estado horrible cuando los rescatistas de de Last Chance Animal Rescue los encontraron.
No tenían agua fresca o acceso al exterior, y algunos de ellos estaban con el pelo tan enmarañado que no podían caminar o moverse. Se cree que Jag era el perro más antiguo de todo el grupo, y que probablemente había estado allí durante mucho tiempo.
Encontrar hogares de acogida o para siempre para todos los perros no era una tarea fácil. Después de haber estado confinados en una jaula durante tanto tiempo, los perros tenían los huesos muy frágiles, y muchos de ellos se rompieron las patas al saltar o jugar en sus nuevos hogares de acogida.
La familia adoptiva de Jag lo devolvió, diciendo que era demasiado difícil. Parecía que Jag no iba a poder encontrar un hogar de acogida y mucho menos un hogar para siempre, hasta que conoció a Micah Larsen Brannon, la madre humana de varios perros rescatados y de Shep, el perro que perdió sus ojos a causa del maltrato.
Este perro pasó toda su vida encerrado en un gallinero
Resulta que Micah fue voluntaria en el centro de rescate cuando la familia adoptiva de Jag lo devolvió. «No podía soportar la idea de que él estuviera solo en la oficina por la noche así que lo traje a casa para cuidarlo», dijo Micah.
Ella ya tiene tres perros rescatados en su propia casa, y así Jag encaja a la perfección. Pasó la mayor parte de su vida rodeado de cientos de perros, con poco contacto humano, y por lo tanto es consolado por sus hermanos y le encanta pasar tiempo con ellos.
«Él no entiende o no disfruta del contacto humano», dijo Micah. «Prefiere estar cerca de los otros perros o solo. Es difícil no amarlo, pero respetamos su personalidad».
Una semana después de que Jag llegó a su nuevo hogar de acogida, empezó a tener convulsiones debido al daño cerebral que sufrió en su vida anterior. Así que Micah sabía que con su avanzada edad, su personalidad y las convulsiones, para Jag sería muy difícil conseguir adoptante, por lo que decidió hacerlo parte de su familia para siempre.
Ahora Jag, el perro que estuvo la mayor parte de su vida encerrado en un gallinero, ama su nueva vida y todas las cosas que se perdió todos esos años. Sus hermanos juegan un papel muy importante ayudando a adaptarse a su nuevo hogar, y están ahí para él en cada paso.
Jag es feliz en su nuevo hogar
«Él los sigue y observa las señales de qué hacer y qué no hacer», dijo Micah. «Después de 13 años, finalmente encontró la manera de ser un perro».
«Él es un amor que sólo quiere vivir el resto de su vida rodeado de sus hermanos, tomando el sol», añadió.
Más información: Last Chance Animal Rescue | The Dodo | Instagram
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Lo deJack es,lamentable así como losxdemasxq estaban con el en es infierno de mugre y falta de todo lo qxellis erecen tener perdió muchos años pero Dios lo recompensara con unos cuantos mas para q disfruete de lo q es la vida con humanos q te brindan amor.Muy bueno x todos y felicito a su adptante x q su corazón esta lleno de amor ,Dios la bendiga x hacerlos felices.