En 2015, la organización de rescate de animales AMA Animal Rescue en Brooklyn recibió un aviso sobre un pitbull que se encontraba severamente descuidado en un parque. Cuando los rescatistas llegaron al lugar, se sorprendieron al ver el mal estado en que estaba el perro.
El pobre perro al que llamaron Norman, estaba encadenado a una pared, y se le había caído gran parte de su pelaje. Los rescatistas también podían oler carne descompuesta, y el perro apenas podía ponerse de pie. Era el peor caso de maltrato animal que ellos habían visto alguna vez.
A pesar de que estaba en muy mal estado, Norman todavía estaba emocionado de ver a sus rescatistas. Su cola comenzó a menearse tan pronto como pasaron a su lado, parecía saber que lo estaban salvando.
AMA Animal Rescue le dio algo de comida a Norman antes de liberarlo, luego lo llevaron al vehículo y el perro inmediatamente se acurrucó sobre una manta y se durmió.
Norman fue llevado a una clínica veterinaria para recibir tratamiento para sus muchas dolencias.
Allí descubrieron que el perro además de estar desnutrido y cubierto de heridas infectadas, también era sordo, ciego y tenía artritis.
Pitbull pasó años encadenado a un muro esperando ser rescatado
El veterinario le dijo al equipo que el perro mayor tenía unos diez años, y estaba claro que había experimentado muy poco amor y cuidado en todo ese tiempo.
Inmediatamente le aplicaron fluidos intravenosos, y le dieron mucha comida y agua para ayudarlo a fortalecerse. Cuando Norman estuvo lo suficientemente bien, comenzaron a hacer ejercicios con él.
Norman estaba tan feliz de estar en la clínica, ¡su cola no dejó de menearse mientras hacía los ejercicios!
Cuando ya se sentía mejor para abandonar el hospital, AMA Animal Rescue puso una publicación en su página de Facebook pidiendo promotores para el dulce Norman.
El grupo terminó encontrando un gran hogar de acogida para Norman. Su madre adoptiva lo amaba mucho, y él a ella. Después de tres semanas allí, era hora de que Norman volviera a mudarse, y esta vez iría a su hogar para siempre.
La nueva mamá de Norman conectó una rampa especial a su porche trasero para que Norman pudiera llegar fácilmente al patio sin lastimarse. A él le gustó el patio y su nuevo hogar de inmediato. ¡El dulce perro estaba tan feliz de estar en casa!
Este perro tuvo una vida maravillosa, amaba a su madre y su nuevo hermano profundamente, y su cola no dejaba de menearse cuando estaba con ellos. Norman realmente había encontrado el hogar perfecto.
Lamentablemente, falleció en septiembre de 2016. Pero en ese último año, después de una larga vida de abandono, Norman fue un perro muy dichoso y feliz.
Durante ese año, el dulce perro experimentó lo que era vivir en un hogar lleno de amor.
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