En medio de la crisis de salud causada por el coronavirus, una bodega de vinos en Maryland, ha encontrado una solución creativa para seguir los protocolos de distanciamiento social.
Además de permitir que sus clientes estén seguros siguiendo los protocolos, les permite abastecerse del preciado vino que tanto aman.
La bodega Stone House Urban Winery, ofrece el servicio de entrega en la acera, cortesía de su único empleado peludo de cuatro patas.
Perro entrega vino a sus clientes en la acera
Este maravilloso empleado se llama ‘Soda Pup’, un perro Bóxer de 11 años, que ahora tiene la tarea de entregar el vino a los clientes.
Lori Yata, dueña de la bodega, dijo a Today:
«Después que ya no pudimos hacer que nuestros invitados entraran a la bodega en un entorno social, noté que Soda se veía un poco triste. cada vez que la puerta sonaba, Soda saltaba para saludar a quien entrara. Era muy divertido: cuando entraba un invitado habitual, su cabeza giraba hacia la cama de Soda y él era reconocido antes del resto de nosotros».
Por esta razón y debido a la disminución de visitantes a causa de la pandemia, Lori pensó en una idea que permitiera solucionar todo. Ella pensó que Soda podía entregar vinos en la acera del estacionamiento, de esta forma podría vender y él compartiría con sus amigos.
El día 20 de marzo, Lori decidió comprar una alforja para caballos y realizó una publicación en Facebook para ver si su idea era aceptada.
Ella publicó en Facebook:
«Mamá me ha estado informando sobre este virus Covid-19 y dice que REALMENTE está afectando a pequeñas empresas como nuestra pequeña bodega. Mamá dice que todos tenemos que colaborar y poner de nuestra parte, eso también me incluye a mí».
También describe el modo de operar del nuevo servicio y además alienta a las personas a realizar sus pedidos, adicionando que serán entregados por Soda.
Desde entonces, los clientes pueden llamar a la bodega con anticipación y separar sus botellas de vino, para luego obtener su pedido a domicilio en la acera.
Cuando los clientes llegan al estacionamiento, pueden llamar y avisar que están listos para recibir su pedido, el encargo es entregado por Soda.
Lori dijo:
«Cuando recibimos la llamada, levanto el chaleco de Soda y él se apresura a continuar. Sin exagerar, él realmente se apresura y está listo. Pongo un par de golosinas en el paquete, una bolsa para el vino y las dos botellas de vino. Luego abro la puerta y él sube a la acera y el estacionamiento para entregar el vino».
Antes de salir, Lori se asegura de que no haya ningún animal cerca, y Soda pueda realizar su tarea sin ningún contratiempo u obstáculo.
Además de ser un perro amistoso y cariñoso, Soda es muy inteligente, pues aprendió a hacer su trabajo sin ninguna clase de entrenamiento.
Lori dijo:
«Solo le puse la mochila y se fue. Las primeras veces golpeó el marco de la puerta al salir, pero hemos trabajado en eso y no hemos tenido ningún problema desde entonces. Los Boxers son realmente inteligentes, a veces demasiado inteligentes para sus pantalones, pero siempre están dispuestos a hacer su tarea».
Soda está muy contento con su nueva ocupación, y de las golosinas adicionales, los clientes también disfrutan al ver que Soda les trae el vino.
Lori dijo:
«Tan pronto como me ve levantar su chaleco, él está a mi lado. Realmente le encanta tener un trabajo. Además, puede ver a sus amigos».
Aparte de sus amigos, personas que nunca han estado en la bodega, han decidido visitarla, solo para que Soda les traiga su vino.
Últimamente la mayoría de llamadas es preguntando por el servicio que presta Soda, los clientes le dan tanto amor que Lori está muy conmovida.
Los resultados de la innovadora idea han sido positivos, pues hacer uso de un dulce repartidor ha traído un buen movimiento financiero.
Lori dijo:
«Algunos clientes compran más botellas de vino para que sus hijos vean a Soda entregarlo. Nuevamente, pone una sonrisa en muchas caras, jóvenes y mayores».
Lori comentó que cuando termine la cuarentena, Soda no hará todas las entregas en la acera, pues es un perro mayor y debe cuidarlo. Pero mantendrá este servicio como opción, para las personas que no puedan abandonar físicamente sus vehículos, para recoger un pedido.
También los amigos de Soda podrán visitarlo dentro de la bodega, pues él estará allí pendiente para saludar a todos los clientes y amigos.
Lori dijo:
«Soda ha estado a mi lado en algunos de los momentos más difíciles de mi vida. Una vez más, él está a mi lado cuando no tenía idea de cómo iba a sobrevivir este pequeño negocio en estos momentos tan difíciles».
La familia Stone House está muy agradecida con la comunidad local, por el continuo apoyo que le han dado a su negocio.
Lori dijo:
«Si Soda pone una sonrisa en al menos una cara, entonces ha completado su misión en la vida».
Realmente los perros son el mejor amigo del ser humano y siempre estarán a nuestro lado.
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