Kenny, un perro Dóberman paralítico que, contra todo pronóstico, aprendió a caminar y correr de nuevo. En abril del año 2013, Kenny perdió la capacidad de mover sus cuatro patas después de que un trabajador de la perrera dejara caer accidentalmente una puerta de metal en su cuello. Los médicos sugirieron que el animal debía ser sacrificado, ya que pensaban que no podría volver a caminar.
El perro Dóberman paralítico de unos 10 años de edad, había estado viviendo en el Doberman Rescue en Los Ángeles cuando ocurrió el accidente que lo dejó en ese estado.
El propietario del refugio no sabía qué hacer, así que lo llevó donde Leslie McMahon, fundadora de Two Hands Four Paws, un centro de rehabilitación física para perros.
Leslie dijo a The Huffington Post:
«Kenny fue llevado directamente al neurólogo, y sabían que no tenían más o menos $8.000 para hacerle una resonancia magnética y la cirugía por lo que ella nos dijo que sólo tratáramos con la rehabilitación para ver si podíamos conseguir que caminara de nuevo».
Los miembros de Kenny eran tan rígidos que ayudar a que se movieran resultó «muy difícil», según Leslie McMahon. Pero ella y su equipo no descansaron, ellos hicieron todo lo posible para ayudar al perro.
Perro Dóberman paralítico es un luchador que no se rinde
«Durante un mes muy largo, pusimos por lo menos cuatro horas de rehabilitación al día tratando de mantener sus músculos flexibles, poniéndolo en la piscina, haciéndole masajes, láser, acupuntura, y caminata asistida».
Hasta que un día se hizo evidente que Kenny había perdido la capacidad de orinar.
«Eso se convirtió en un peligro para su vida, y en realidad pensaba que lo perderíamos debido a esto».
Pero Annie Hart, fundadora de un grupo de rescate de animales en Los Angeles llamado Bill Foundation, se enteró de la difícil situación del perro y compartió su historia con los amigos y partidarios del grupo a través de las redes sociales.
Annie dijo a The Huffington Post que consiguieron una asombrosa donación de $6.000 durante una noche para el caso de Kenny. Entonces con este dinero, Kenny podría someterse a una resonancia magnética y, luego a una cirugía.
Los médicos descubrieron que el daño a la médula espinal de Kenny había sido extremadamente severo y advirtieron que el perro no podría sobrevivir, y mucho menos recuperar su fuerza.
Kenny se enfrentó a la cirugía y salió muy bien de esta, pero sólo tres semanas más tarde, el desastre golpeó de nuevo al pobre y viejo perro cuando resultó con neumonía, así que fue llevado inmediatamente a la sala de emergencias, pero una vez más, el perro valiente salió de una grave situación.
Kenny, un perro Dóberman paralítico se recupera
Después de que Kenny se recuperó, todavía tenía muchas cosas por las que pasar y obstáculos para poder recuperarse.
Preocupados de que las patas de Kenny no responderían al tratamiento si esperaban demasiado tiempo después de la cirugía, Leslie dijo que los trabajadores de Two Hands Four Paws «entraron en estado de crisis».
«A veces teníamos cuatro personas en la piscina con él, cada uno ‘caminaban’ una pierna para imitar el movimiento. Él probablemente tenía al menos 25 horas de terapia física a la semana, incluyendo la acupuntura».
A pesar de todo el trabajo que realizaban con Kenny, Leslie no era optimista.
«El hecho de que él había estado acostado durante tanto tiempo antes de conseguir la cirugía algo que no estaba a su favor y que rara vez se ve que los perros vuelvan a caminar después de estar acostados tanto tiempo. Yo francamente no pensé que iba a conseguir que este perro caminara de nuevo debido a su tamaño y lo mal que su parálisis era y cuánto tiempo había estado acostado».
Pero un milagro ocurrió, gracias a la dedicación incansable tanto de Leslie, como la de su equipo, y la generosidad de muchos extraños que ayudaron a costear su tratamiento, Kenny volvió a caminar en julio de ese mismo año.

Kenny, el perro Dóberman paralítico vuelve a caminar
Annie dijo:
«No es nada menos que un milagro».

Leslie dice que Kenny:
«Corre como un loco día a día. Es un perro completamente diferente. Aprendió a jugar, aprendió lo que los juguetes significan, aprendió a caminar. No es más que una alegría verlo».
El perro estuvo siendo cuidado por una familia de acogida mientras se recuperaba y encontraba un hogar para siempre.

Después de buscar incansablemente un hogar para Kenny, por fin encontró la familia ideal a finales del 2014. Una pareja le abrió las puertas de su casa a Kenny, donde le esperaba una hermana peluda llamada Winnie, con la cual se llevaba muy bien.
Gracias a todas las personas que colaboraron con este perro valiente, él pudo ser feliz, pero lastimosamente el 13 de junio del presente año, Kenny falleció dejando un gran vacío en su familia y las personas que tanto lucharon porque él pudiera volver a caminar.
Más información: Two Hands Four Paws | Bill Foundation | www.twohandsfourpaws.com
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