En Guilford, Connecticut, una casa se incendió, el fuego comenzó en el garaje, posiblemente dejaron algún utensilio enchufado. Las llamas se extendieron terriblemente arrasando con todo a su paso y cuando ya iban por el segundo piso de la casa, el perro corre a salvar a su familia, subió por las escaleras y empezó a ladrar para alertar a Randy Bova, que no tenía ni idea de lo que estaba pasando.
Randy limpiaba su cuarto y escuchaba música mientras la casa se consumía. «Creo que habríamos perdido a mi hermano debido a la velocidad de la propagación del fuego», dijo Robert Bova, el hermano de Randy, que no se encontraba en casa.
Perro corre a salvar a su familia mientras la casa se incendiaba
Lucy, la madre de Robert y Randy tampoco estaba en casa en el momento del incendio, pero Randy no estaba solo ese sábado por la tarde. Él se alertó por un ladrido repentino, muy insistente en su puerta. Era Bailey, el perro de la familia.
Cuando Randy abrió la puerta, en medio del denso humo, Bailey se puso a ladrar estruendosamente. Randy levantó a Bailey, y un poco aterrado salió corriendo rápidamente al piso de abajo tratando de que las llamas no los alcanzaran.
Finalmente él y Bailey se pusieron a salvo en el patio trasero, viendo como la casa de la familia ardía entre las llamas.
Aunque perdieron sus cosas materiales en el incendio, no perdieron a ningún miembro de la familia, además tienen el miembro más pequeño de la misma, que los ayudó a mantenerse a salvo y unidos.
Todos están agradecidos con Bailey, un perro que ha estado cuatro años con ellos. Mientras logran recuperar lo perdido, la familia está viviendo en un hotel.
Una campaña en GoFundMe se está llevando a cabo para reconstruir la casa donde Bailey y su familia podrán seguir compartiendo buenos momentos.
Más información: GoFundMe | The Dodo
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