Con solo ocho años de edad, este niño salvó a su madre y a su perra de morir gracias a una llamada que realizó a servicio de emergencias después de ver que ellas habían caído en un estanque congelado de los Estados Unidos, el pequeño se llama Caden Medernach y ha sido enaltecido por su gran inteligencia y valentía.
Caden se encontraba cerca de su casa con su madre Cathy y su perra llamada Bailey cuando ocurrieron los hechos. Bailey que tiene 11 años de edad fue la primera en caer al estanque mientras se encontraba persiguiendo a unos patos, y posteriormente Cathy quien decidió ir a rescatarla en una canoa también cayó al agua.
Mientras se encontraba sumergida en el estanque, Cathy pensó:
«¿Es esta la forma en que me voy a morir?».
Al ver esto, Caden decidió llamar a su padre y éste le dijo que se comunicara inmediatamente con el 911, él lo hizo y siguió eficientemente cada una de las indicaciones que le brindó la despachadora en línea, ella le recomendó que le dijera a su madre que se acercara a la orilla hasta que llegara ayuda de la policía y los bomberos.
Cathy Medernach dijo:
«Estaba gritando con todo el aire de mis pulmones cuando escuché unas sirenas acercándose y dije a mi perra que estaríamos bien».
Este niño salvó a su madre y a su perra de morir congeladas en un estanque
Según las autoridades, la mujer fue encontrada a tres o cuatro metros de distancia de la orilla cuando llegaron los equipos de rescate, por otra parte, Bailey estuvo en el agua al rededor de media hora.
Ed Oros, jefe del Batallón de Fuego de Aurora, dijo:
«Una vez que el buceador enviado al agua estuvo en el centro del estanque, Bailey empezó a nadar hacia él. Es una perrita muy fuerte».
Cathy dijo:
«Tuve un millón de pensamientos y experiencias anteriores pasando por mi cabeza. Estoy orgullosa de mi hijo por haber mantenido la calma y haber realizado la llamada a tiempo».
Recuerde siempre poner correa a su mascota en especial en estas épocas del año, porque los perros no saben que la superficie congelada de un lago o estanque no es lo suficientemente sólida para soportar su peso, e ingenuamente caminan sobre ella con total tranquilidad y con el riesgo de sufrir accidentes como el de Bailey y su madre humana.
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