Recibir un cachorro siempre es un momento especial para muchos niños. Para una persona con discapacidades de aprendizaje, la introducción de un mejor amigo canino puede transformar su vida en una infinidad de formas que muchos de nosotros no podemos imaginar.
Hugh de Birmingham, Inglaterra, con solo 8 años de edad ya ha tenido que superar más desafíos que muchas personas adultas.
El pequeño nació con un trastorno genético raro conocido como síndrome FOXG1, que afecta gravemente el desarrollo y causa anomalías estructurales al cerebro.
Niño discapacitado se convierte en el mejor amigo de un cachorro
Según International FOXG1 Foundation, el trastorno del neurodesarrollo es incurable pero puede ser manejado:
«Esta afección grave se caracteriza por convulsiones, incapacidad para controlar los movimientos del cuerpo y falta de habla. Si bien el espectro de habilidades es bastante amplio dependiendo de la mutación genética exacta, muchos de nuestros niños no pueden caminar ni hablar, y les cuesta comunicar sus necesidades diarias más básicas».
Los síntomas de este síndrome pueden variar entre individuos, pero las indicaciones comunes pueden incluir llanto excesivo, contacto visual deficiente y dificultad para alimentarse.
Hugh hizo un nuevo amigo hace apenas un mes cuando su madre trajo a casa un Springer Spaniel de 12 semanas de edad llamado Barney. El par formó un vínculo de inmediato.
En un reciente video publicado en Facebook por la madre de Hugh, podemos ver al niño con su cachorro acurrucados en una silla, perfectamente satisfechos con la compañía del otro.
Hugh acaricia a su nuevo mejor amigo, mientras el pequeño perro acaricia su brazo amorosamente. Todo el tiempo Barney se sienta tranquilamente en el regazo de Hugh, luciendo muy feliz.
Al escribir en Facebook sobre la conmovedora interacción, la madre de Hugh dijo:
«Barney está aprendiendo a ser increíblemente amable y calmado con Hugh. Esto no es algo que le enseñamos a él y mi esposo y yo nos emocionamos al ver la hermosa e inesperada interacción entre Hugh y Barney».
La madre de Hugh también compartió fotografías del niño sonriendo con alegría mientras juega con Barney, mientras explica su decisión de traer a Barney a sus vidas:
«Pensamos mucho sobre conseguir un perro. Por un lado, esperábamos que fuera bueno para Hugh, que pudieran tener una relación especial, pero nos preocupaba que nuestra vida caótica (los frecuentes viajes al hospital) no fuera justa en un perro».
Hugh y Barney son buenos amigos
Ella continuó:
«Y luego esta noche esto sucedió. Y sé que esto es lo correcto para nuestra familia. Hugh incluso lo acarició y extendió la mano para sostener la pata de Barney».
«Lo que lo hace aún más sorprendente es que este mismo cachorro de 13 semanas pasó la mayor parte del día corriendo salvajemente, saltó y mordió los oídos de varios niños durante el día, logró enredarse en las redes de un gol de fútbol y ha sido bastante hiperactivo y animoso y está a la altura de su nombre de ‘Springer’ spaniel».
«Tal vez lo atrapé en un buen momento, o tal vez esté aprendiendo que Hugh necesita algo diferente. ¿Quién sabe? De cualquier manera, fue un momento hermoso».
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