Bernadette Nunney y John Wilcock tenían una granja de cachorros, donde los perros se encontraban inmersos en su propia suciedad, sin alimento, y por ende gravemente desnutridos y enfermos. Este par de insensibles decían que los cachorros estaban siendo cuidados en una casa de familia, hasta que fue descubierta la triste realidad.
A Nunney y Wilcock se les sentenció a 20 semanas de prisión suspendida y también tienen prohibido volver a tener perros bajo su cuidado por el esto de sus vidas. Fueron sus clientes los que pusieron la queja ante la sociedad protectora de animales, porque los cachorros que habían comprado a la pareja estaban muriendo unos días después.
La policía realizó un allanamiento en la granja de cachorros e incautó a 43 perros que se encontraban en condiciones deplorables, muchos habían estado encerrados en jaulas de metal y ladrillo como si se tratara de criminales.

La sociedad protectora de animales (RSPCA) dio a conocer unas imágenes donde se puede ver una carretilla repleta de cachorros sin vida tirados como si fueran basura, entre los cadáveres se encontraba un perro que había logrado sobrevivir, pero después de ser rescatado falleció a causa del parvovirus.

Emma Ellis, inspectora de la RSPCA dijo:
«Lo que vi ese día se quedará conmigo para siempre».
«La imagen de que el cachorro vivo estuviera enterrado en una pila de cachorros muertos fue desgarradora. No había nada que pudiéramos hacer para salvarlo».

«La forma en que esos cachorros fueron dejados morir resalta cómo estas personas simplemente los ven como mercancía, algo que me parece totalmente inaceptable».
La mujer de 25 años de edad fue encontrada culpable por seis cargos de crueldad animal, mientras que el hombre de 36 años admitió haber cometido cinco delitos en el primer día de su juicio ante la corte.

A parte de las 20 semanas de prisión suspendida, Nunney recibió una orden de toque de queda de 12 semanas donde deberá completar una actividad de rehabilitación de 15 días y además deberá pagar 500 £ para los costos.

Por otra parte, a Wilcock se le ordenó completar 200 horas de trabajo no remunerado, una actividad de rehabilitación de 20 días y deberá pagar 100 £ en los costos.

Ian Briggs de la RSPCA, dijo:
«Hay una demanda creciente de ciertas razas de perros, como chihuahuas, spaniels y bichon frises».

«Los criadores de cachorros ilegales y los comerciantes son la obstrucción de este hueco en el mercado mediante la producción de los perros en una escala comercial y al poner el dinero y las ganancias por delante de la salud, el bienestar y la felicidad de los perros».
En una granja de cachorros los perros eran apilados en carretillas
Más información: BBC | The Sun
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