Si Tom no le hubiera lamido la cara a Juan Carlos Bazán Funes en el incendio que se propagó rápidamente en una bodega abandonada en Rivadavia, Argentina, seguramente estaría quemado entre los escombros. El hombre que fue salvado por su perro ha pasado por mucho en esta vida y ahora un vecino le tiende la mano.
«Le debo la vida a este perro», dijo el hombre, un habitante de la calle de 53 años de edad que fue abandonado por su familia. «me desperté y el fuego estaba a unos 4 metros de nosotros», dijo él un poco emocionado.
Juan Carlos le agradeció a su perro no haber muerto en el incendio en la exbodega Duc de Saint Remy, en Rivadavia.
Habitante de la calle es salvado por su perro en un incendio
El hombre contaba que ha vivido en el predio desde hace seis meses.
Juan Carlos dijo:
«Vivía antes en Capital. Hace tres años murió mi madre y al mes un hermano con el que vivía. Una hermana vino y me quitó la casa. De ahí me fui a lo de un hermano en Rivadavia, pero tuve problemas con mi cuñada y fui a vivir a la calle».
Con respecto a Tom, su amado perro, dijo que lo crió desde que era un cachorro y ambos se cuidaban mutuamente.
«Él es bueno con la gente, pero con otros perros no los deja acercar. Es medio celoso».
Juan Carlos deambula por las calles cerca de la bodega abandonada durante el día, a veces vende ajos que le da un conocido suyo y subsiste de lo que los vecinos le regalan.
Por las noches él y su perro regresaban a dicha bodega para dormir, pero al quedarse sin un lugar donde pasar la noche, una persona de buen corazón le prestará una habitación.
Tomado de: Diario de Cuyo
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