Potate, o Tate para abreviar es una perrita de gran corazón, que sin duda ama a su humanos, Hailee Graham y a su esposo, por una gran razón. Antes de ser adoptada por la pareja, Tate había estado viviendo en la calle como una perrita sin hogar y ahora ella lo tiene todo. Tate encontró primero a su familia, y luego encontró a su alma gemela.
Casi al mismo tiempo que Hailee y su esposo llevaron a Tate a su casa, su vecino de al lado también llevo a un perro llamado Vernon, que tenía más o menos la misma edad de Tate.
A pesar de la alta valla que divide sus patios, a Tate y Vernon no les tomó mucho tiempo darse cuenta de la presencia del otro, fuera de su alcance, y efectivamente, conectaron por completo.
Construyen puerta en la cerca para que sus perros puedan estar juntos
Entonces, los dos perros amistosos comenzaron a trabajar en serio para acercarse el uno al otro de la forma que pudieran. Cavaron y cavaron, cada uno del lado de su valla para lograr acceder al otro.
Hailee dijo:
«Salgo y los veo cavando un túnel entre ellos. No pudimos hacer que se detuvieran. No podíamos mantenerlos separados. Simplemente seguirían cavando agujeros el uno al otro».
Al principio, Hailee pensó en intentar establecer una fecha de juego regular para que Tate y Vernon pudieran pasar tiempo divirtiéndose juntos sin una valla en su camino. Pero luego tuvo una idea brillante para superar ese obstáculo por completo.
Ella dijo:
«Pensé, ‘¿por qué no simplemente pongo una puerta en la valla, para que puedan jugar cada vez, y sus humanos no tengan que involucrarse?'».
Así que, eso es exactamente lo que hicieron. Y con la ayuda del padre de Hailee, la familia construyó una puerta para perros en la valla de su patio trasero, lo que permite a Vernon y a Tate reunirse cuando lo deseen.
Por su puesto, Tate no podía esperar.
Desde entonces, las cosas nunca han sido mejores para Tate y Vernon, todo gracias a su nueva puerta.
Haille dijo:
«¡Les encanta estar juntos!. No sé si están realmente enamorados, pero me gusta pensar que sí».
Hailee admite que su idea de la valla de seguridad para perros podría no funcionar para todos, pero se siente optimista de que otras familias con ideas afines puedan sentirse inspirados para hacer que sus patios traseros sean espacios abiertos y afectuosos.
Ella añadió:
«Espero que aliente a las personas a ser más amigables con sus vecinos y a fomentar un sentido de comunidad. Nos ha funcionado bien hasta ahora».
Más información: The Dodo
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