Esta perra llamada Harriet de tres años de edad no sabía lo que era tener un cálido lugar para descansar, ella fue rescatada junto con otros 200 canes de una granja de carne de perro en Wonju, Corea del Sur. Harriet se encontraba muy asustada cuando la llevaron al refugio, su comportamiento es muy entendible pues su vida no ha sido sencilla, estas granjas tienen a los perros encerrados en jaulas y viviendo en condiciones deplorables.
Nash McCutchen, coordinadora de Humane Society of Tampa Bay, dijo:
«Ellos no tenían una cama blanda, todos estaban encerrados allí, básicamente estaban viviendo en su propia inmundicia, y la comida era arrojada para engordarlos».

Si Harriet no hubiese sido rescatada, lo mas probable es que la hubieran asesinado de una cruel manera, los perros de estas granjas son torturados y en muchas ocasiones los despellejan sin estar aun muertos.

Afortunadamente, la Humane Society International (HSI) rescató a varios perros a principios de este mes, incluyendo a Harriet que posteriormente fue trasladada junto con otros 13 canes a San Francisco para comenzar una nueva y diferente vida, allí fue recibida por la organización Humane Society of Tampa Bay.

«La primera vez que llegó aquí, ella estaba bastante desanimada y distante».
Al pasar una semana, Harriet comenzó a sentirse con mas confianza y a caminar hasta la parte delantera de su jaula.

Los miembros de la organización quisieron llevar a la perra al patio de juegos, pero no fue nada sencillo.
«Tuvimos que ayudarla a salir, porque ella no sabía cómo caminar con una correa».
Según McCutchen, Harriet parecía no saber qué hacer en un espacio abierto, se quedaba quieta, aun así los miembros de la organización decidieron no darse por vencidos con ella.
Un día, Leslie Menichino, quien es una de las voluntarias del refugio, decidió llevar a la perra a las oficinas de la organización y pasó algo que llamó su atención.
Leslie dijo:
«Ella se quedó en el medio de la oficina en la manta que le había tendido. Después de un corto periodo de tiempo la vi empezando a quedarse dormida de pie. Fue entonces cuando agarré mi teléfono y la comencé a filmar».
Por fin puede descansar después de ser rescatada

Leslie decidió ayudarla a recostarse sobre la manta, que al parecer ha sido la primer cama que ha tenido en toda su vida.
Nash dijo:
«Creemos que cuando ella estaba en la granja, estaban todos tan apretados que se quedaban dormidos de pie».
Harriet durmió unas cuantas horas.
Leslie dijo:
«Ser testigo de ello me llena de lágrimas los ojos y de felicidad».

Esta adorable perra todavía no se encuentra disponible para ser adoptada, pero ha tenido grandes avances.
Nash dijo:
«Sólo en los últimos tres días, ella ha tenido progresos. Podría tomar un poco más de tiempo que un perro normal».
Harriet también ha disfrutado comiendo golosinas que Leslie le ha brindado con su mano.

«Todavía hay mucho trabajo por hacer para que ella se sienta lo suficientemente cómoda para entrar en una casa. Vamos a cuidar de ella hasta que eso suceda».

Si usted quiere ayudar a los perros que están siendo parte del comercio de carne de perro en Corea del sur, puede firmar una petición haciendo click aquí y si desea realizar una donación a la organización HSI para que sigan cumpliendo con sus magnificas labores, puede hacerlo haciendo click aquí.
Más información: The Dodo | Daily Mail | Humane Society of Tampa Bay
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Como es posible que utilicen los perros como alimento es un horror,tanta ignorancia tienen,los perros no se hicieron para comer,son compañeros del hombre,solo le pido a Dios que castigue esa mala costumbre y salve todos los encerrados y gracias por haber rescatado a Harriet y los demas,Dios bendiga a la buena gente y castigue la maldad,Señor no te estoy diciendo lo que tenes que hacer,no te enojes conmigo por favor,pero me da mucha pena lo que hacen los malvados
Y en Corea del Sur, cómo la gente puede hacer una vida normal sabiendo de las penurias, torturas , tropelías y muerte de los hermanos perros. Una cosa es la indolencia y la falta de piedad, pero otra muy distinta es la complicidad y anuencia en estos crímenes, que es una forma encubierta de aprobación para delinquir.