La familia de Don Gregorio Romero estaba comprensiblemente angustiada cuando el hombre desapareció de su residencia en Sonora, México. Se especula que, a sus 84 años, un desorientado Gregorio se había alejado y perdido el camino de vuelta a casa.
Desesperada, la familia del anciano había agotado en vano su búsqueda por la ciudad. Poco sabían que su salvación vendría de una fuente insospechada: alguien que no poseía educación formal ni experiencia en el asunto en cuestión.
Durante días, los equipos de búsqueda y rescate peinaron la zona desértica con la esperanza de encontrar cualquier rastro de Gregorio, sin éxito. Incluso cuando las autoridades pidieron ayuda a perros rastreadores profesionales, siguieron sin poder descubrir ninguna pista sobre dónde podía encontrarse.
Rescatistas encuentran a un hombre perdido en el desierto gracias a su perro

Al cumplirse una semana de la desaparición de Gregorio, y con cada vez menos posibilidades de encontrarlo con vida, los rescatistas hicieron una petición desesperada a su compañero más fiel: Palomo. Confiando en el poder de memoria del can, le pidieron ayuda para localizar a su padre.

Palomo fue llevado cerca del último avistamiento del anciano una semana antes, e inmediatamente empezó a rastrear lo que quedaba del olor de su amado dueño. Con determinación, Palomo se adentró en el reseco paisaje desértico, guiando a los socorristas en una misión urgente para salvarle la vida.
Durante tres arduos kilómetros, el perro siguió su olfato y sus deseos de encontrar a Gregorio, mientras los esperanzados rescatistas le seguían de cerca. A través de un terreno aparentemente inhóspito, siguió adelante con una determinación inquebrantable.

Los funcionarios estatales en Sonora, escribieron en Facebook:
“[Palomo] condujo a las autoridades entre cerros, caminos y quebradas, hasta donde estaba don Gregorio”.
En un reencuentro milagroso, el perro del hombre lo había localizado en el desierto, débil y deshidratado, pero afortunadamente vivo. Los rescatistas rápidamente lo pusieron a salvo. Sin embargo, para todos los que observaban, estaba claro que alguien en particular Merecía el mérito de haber puesto fin a su angustiosa situación.

Debora Mtz, miembro del grupo de búsqueda, escribió en su cuenta de Facebook:
“¡El héroe de este día se llama Palomo, este perrito que encontró a su dueño!”.
El hombre mayor fue trasladado a un centro médico cercano para ser tratado por deshidratación y exposición. La lealtad de Palomo hacia él nunca flaqueó; el perro siguió esperando devotamente en la entrada del hospital, hasta que su compañero más cercano pudo finalmente volver a casa con él.

Mientras numerosas personas se unían en un intento de localizar a Gregorio, fue su estrecha relación con su perro lo que finalmente concluyó este incidente con una nota optimista, según explicaron los funcionarios estatales.
Finalmente, los rescatistas escribieron:
“No hay duda del amor que sienten los animales por sus dueños. Pero en el caso de ‘El Palomo’ […] ese amor fue más allá de lo esperado, pues ayudó a salvar su vida al orientar a los elementos de seguridad y protección civil y a sus familiares a localizar a su amo”.