Una mujer de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, estaba decidida a conseguir que su perrita y sus cuatro cachorros, recibieran el cuidado veterinario que necesitaban. Ella no tenía un vehículo para llevarlos a ninguna parte, pero descubrió una solución novedosa. Cargó a los perros en el jeep de juguete de un niño y los transportó en eso.
Esta mujer vive en Blikkiesdorp, un campamento de Ciudad del Cabo donde viven algunas de las personas más pobres del país. En Blikkiesdorp, la gente vive en pequeñas chozas hechas de planchas de hierro, piezas de madera y neumáticos viejos.
En ese lugar, las carreteras están polvorientas y sin pavimentar, y varias familias tienen que compartir comodidades básicas, como lavabos e inodoros. La violencia de pandillas es frecuente, por lo que Blikkiesdorp es uno de los lugares más peligrosos de Ciudad del Cabo.
No solo a las personas se les dificulta vivir en Blikkiesdorp, los animales sufren allí también. Los perros y los gatos a menudo no obtienen lo suficiente para comer, incluso cuando tienen familia, y muchos lugareños no entienden la importancia de que sus mascotas tengan un cuidado veterinario básico, o no pueden permitírselo.
Hace seis años, un grupo de amantes de los animales comenzó una organización llamada Tin Can Town, que ofrece servicios humanitarios y salvavidas para los perros y gatos que viven en Blikkiesdorp.
Cada dos domingos, los voluntarios van a Blikkiesdorp para castrar y esterilizar animales, administrar tratamientos antiparasitarios y proporcionar alimentos. También están de guardia las 24 horas del día para ayudar a cualquier animal que lo necesite y llevarlos al veterinario de emergencia si es necesario.
Tarryn Martin, una fotógrafa voluntaria de Tin Can Town, se encontró con la mujer y los perros en el auto de juguete. Estaban haciendo fila en la mesa de información de Tin Can Town, esperando que los voluntarios miraran a su perrita y a sus cachorros.
Mujer de Sudáfrica lleva a sus perros al veterinario en un auto de juguete
Tarryn dijo a The Dodo:
«Ella vive en un bloque bastante lejano… y esperó en la cola por más de dos horas para que sus perros fueran atendidos. Había cogido una bufanda suya, que había atado al pequeño coche para llevarlo».
Era un día particularmente caluroso, y la mujer había puesto una toalla sobre la perrita, que todavía estaba amamantando, para tratar de mantenerla fría.
Terryn dijo:
«Ella [la perrita] parecía realmente contenta solo sentada allí. Ella simplemente se quedó allí y vio todo a su alrededor».
La espera valió la pena. Una vez que la mujer llegó al frente de la fila, los voluntarios examinaron a sus perros, y les dieron atención veterinaria básica, como tratamiento antiparasitario y vacunas.
Terryn dice que muchas personas usan cualquier tipo de contenedor para llevar a sus animales.
Después de recibir el cuidado veterinario, la mujer regresó a casa, todavía empujando a su perrita y sus cachorros en el jeep de juguete.
Terryn dijo:
«Me siento agradecida de que haya llegado a ese extremo, y de que se haya preocupado por sus perros para hacer que la familia completa sea vista un domingo. Fue muy conmovedor».
Para ayudar a los perros y gatos que viven en Blikkiesdorp en Sudáfrica, puede hacer una donación a Tin Can Town aquí.
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