Wilson, un pointer alemán de 14 años de edad fue diagnosticado con cáncer de estómago y vejiga. Una noticia que fue un duro golpe para toda su familia. Aún así, ellos decidieron dejar la tristeza a un lado y brindarle a este pequeño con enfermedad terminal una despedida rodeado de todo el amor que merecía.
Stephen Rampersad, su esposa Christen y sus hijos, Noah y Jonah, dedicaron todo un fin de semana para atender a Wilson, primero le dieron un medicamento contra el dolor, lo llevaron en bote y permitieron que chapoteara en el agua libremente por última vez.
Wilson también disfrutó de viajes en automóvil, y de visitas a tiendas.
Perro con enfermedad terminal es despedido por su familia
Al siguiente día, Stephen lo llevó a su trabajo como bombero honorario, luego caminaron en la playa y comieron un rico almuerzo. Wilson probó una hamburguesa con papas fritas, un enorme plato de tocino, mucho helado y un segundo postre.
Wilson estuvo con Stephen incluso antes de que éste iniciara su relación amorosa con Christen y llevarlo al veterinario para que muriera fue sin duda una de las experiencias más difíciles de todas. El perrito falleció pacíficamente entre sus brazos.
Stephen dijo a The Mirror:
«Wilson estaba demasiado emocionado por todo esto. Cada vez que la comida llegaba, sus orejas se animaban. Simplemente iba a todos lados con nosotros. Nunca se alejó de nuestra vista. Fue el mejor fin de semana que podríamos haber pedido. Era un perro increíble».
Stephen y toda su familia se encuentran agradecidos y abrumados por todo el apoyo que han recibido tras darse a conocer la historia de Wilson.
Es muy triste que el promedio de vida de un perro sea más corto que el de los humanos, pero es seguro que mientras permanecen en nuestra vida nos brindan muchas de las mejores experiencias y mucho amor.
Seguramente Wilson ahora se encuentra en paz donde sea que esté y con la satisfacción de haber pasado los últimos momentos rodeado de sus personas favoritas en el mundo. Su familia también se lleva un hermoso recuerdo de él.