Linda y Bronte son una pareja de abuelos quienes dirigen Two Songs Sanctuary, un santuario ubicado al sur de Australia, que se dedica a brindarle la mejor calidad de vida a diferentes especies de animales que no pueden volver a la naturaleza.
En el santuario, Linda y Bronte cuidan de 27 canguros, 8 wombats, 2 ponis y 2 perros. Todos los animales llegan allí por personas del común que los han rescatado y necesitan ayuda para continuar cuidando de ellos.
Uno de los integrantes más adorables del santuario es Pumpkin, una tierna wombat quien está completamente enamorada de su cuidadora Linda.
Wombat se enamoró de una abuela que cuida de ella en un santuario

Pumpkin llegó al santuario de animales luego de que su madre fuera arrollada por un vehículo, en ese momento, una mujer que pasaba por el lugar decidió revisar en la bolsa de la mamá wombat en busca de sus crías y así encontró a Pumpkin.
Luego de cuidar de Pumpkin por un tiempo, esta creció rápidamente y fue entonces cuando la mujer decidió buscar ayuda de Linda y Bronte, quienes sin dudarlo acogieron al pequeño marsupial.

Linda cuenta que los wombats en cautiverio suelen elegir a su cuidador favorito, por ejemplo, en el santuario hay otro wombat llamado Wardoo, quien ama profundamente a Bronte, pero que no gusta mucho de Linda.
Por el contrario, Pumpkin está tan fascinada con Linda que la busca constantemente para jugar o dormir la siesta. Ella siempre busca llamar la atención, adora los masajes y, por supuesto, reconoce su nombre. Aunque, no necesariamente acatará lo que se le indique.
Bronte dice que los wombats son muy parecidos a un perro, sobre todo a la hora de los juegos, pero que también son como un gato en la forma en que no escuchan lo que quieres que hagan.
La pareja cuenta que como el gobierno australiano no les permite liberar a los animales, entonces todos los cuidadores tienen que hacerse cargo de estos y proporcionarles un hogar para siempre.
Los wombats probablemente vivan hasta 35 años en cautiverio, mientras que los canguros vivirán hasta 20 años aproximadamente, por lo que es un gran compromiso.

Los animales allí no viven en pequeñas jaulas, por ejemplo, cada recinto de wombat cuesta aproximadamente diez mil dólares, pero ese lugar es lo suficientemente grande como para darles estimulación mental, ejercicio y desarrollo muscular.

El trabajo en el santuario es constante, y aunque la pareja ya no tiene vacaciones, ellos están felices con el trabajo que hacen. En definitiva, Linda y Bronte se sienten muy afortunados de tener la oportunidad de cuidar de esos animales tan increíbles.

Puedes conocer más acerca del trabajo de este santuario, visitando sus páginas en Facebook e Instagram y si lo deseas puedes realizar tu donación en su cuenta de GoFounMe.