Aunque son muchos los esfuerzos de la Sociedad de Bienestar Animal de Filipinas (PAWS), por reducir la crueldad animal, aún se presentan casos sin resolver. Especialmente de perros y gatos que son abandonados en las calles, los cuáles en su mayoría mueren de hambre o por enfermedad.
Algunos son enviados a las perreras de la ciudad, donde si no son reclamados o adoptados en un tiempo estipulado, son destinados a la eutanasia.
Por estas razones, una defensora de los animales, llamada Maureen Lacida Claro, ha dedicado su tiempo en alimentar perros y gatos sin hogar con sus fondos personales.
Mujer alimenta animales en la calle

Maureen realizó una publicación en Facebook donde se puede observar que va en su bicitaxi, alimentando a los perros y gatos que se encuentra en la calle.
La publicación de la animalista de 43 años se volvió viral, por lo que agregó que ha estado alimentando perros y gatos durante 3 años.
Maureen dijo a POP:
«Han pasado 3 años desde que comencé a alimentarlos».

«Al principio, solo estaba usando mi propio dinero, luego fueron tantos hasta el punto que ya no alcanzaba mi presupuesto».
Con el fin de recaudar dinero para su causa, fue que Maureen decidió compartir en Facebook lo que está haciendo por los animales en las calles.
Después de que su publicación se hiciera viral, la gente empezó a interesarse por su labor, así que las ayudas empezaron a llegar de manera inmediata por las personas que conocieron la historia, lo que hizo muy feliz a Maureen.
Maureen dijo:
«Pensé en publicarlo en Facebook hasta que la gente comenzó a donar dinero para comida para perros y comida para gatos. En realidad, incluso rescaté algunos de ellos. Los que estaban en condiciones severas están siendo llevados a un refugio, en el Santuario Fortress of Hope».
Ahora Maureen está muy contenta de poder continuar con su labor, gracias a las donaciones. Ella está agradecida por la ayuda que ha estado recibiendo, especialmente en estos momentos que todo es más difícil debido a la pandemia de COVID-19.
Muchos comederos y quioscos de comida están cerrados, pero gracias a Maureen y a las personas de buen corazón que la están ayudando, varios animales tendrán qué comer en esta época de crisis.