Ella era una vaca lechera a la cuál el granjero una y otra vez le arrebataba a sus terneros, y estaba tan triste por el recuerdo de sus bebés anteriores que ocultó a su ternero recién nacido para evitar que se lo quitaran también.
Clarabelle fue rescatada de una granja de productos lácteos por Edgar’s Mission, un santuario en Australia; a horas de su masacre en la granja, donde su producción de leche había bajado demasiado como para molestarse a mantenerla con vida.
Cuando Clarabella llegó al santuario, los voluntarios descubrieron que estaba embarazada. Desde una semana antes de dar a luz se dieron cuenta de que estaba actuando extraña.
Vaca oculta a su bebé recién nacido
Normalmente, empezó con ansias de comer, se quedaba a una distancia cautelosa, y después de un poco de búsqueda descubrieron que ella había dado a luz en secreto y ocultó al bebé en un lugar donde la hierba era alta.
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Las vacas son conocidas por sus profundos instintos maternales. La Dra Holly Cheever documentó una historia desde sus primeros días como veterinario lácteo, donde una vaca preñada sabiendo que su granjero se llevaría a su bebé, dio a luz a gemelos y dejó sólo uno a la vista. Mantuvo al otro escondido en el pasto hasta que el granjero notó que su producción de leche se había reducido, encontró al bebé y se lo llevó también.
Pam Ahern, fundadora de Edgar’s Mission, contó la historia de otra vaca rescatada llamada Pixie.
Ahern dijo:
«Pixie era muy joven, demasiado joven para haber sido montada. Pero Pixie era muy, muy protectora y amaba a su bebé. Aunque era madre por primera vez, y muy joven, el instinto maternal era muy fuerte y nos empeñamos a no romperlo».
Por suerte, este bebé llamado Valentín que nació el 14 de febrero, también está destinado a una vida mejor que la mayoría de las vacas lecheras y permanecerá en el santuario con su madre.
