Buddy era un perrito sin hogar que intentaba sobrevivir y recibir un poco de amor de las personas que se topaba en su camino. Lamentablemente, cuando las cosas parecían mejorar para él, el cáncer estuvo a punto de derrumbar sus esperanzas.
El perro luchaba por encontrar comida, y algunos extraños de buen corazón en ocasiones le brindaban golosinas. La mayoría del tiempo permanecía durmiendo debajo de los autos.
Cuando los rescatistas del grupo Howl Of A Dog lo ayudaron, él se mostró bastante emocionado y agradecido, pero cuando los exámenes médicos revelaron la aparición del tumor canceroso en su bazo, toda esa felicidad se esfumó.
Perro sin hogar con cáncer sólo quería ser abrazado
Algunas personas consideran que los perros son bastante perceptivos y ésto se pudo evidenciar en el rostro de Buddy después de recibir el diagnóstico. Él se derrumbó sobre los brazos de sus rescatistas queriendo recibir amor y abrazos.

Los médicos decidieron que lo más conveniente sería realizar una cirugía de esplenectomía.

Esta cirugía era bastante complicada para Buddy, pero finalmente todo el procedimiento fue exitoso.

Después de un mes, Buddy recibió un nuevo diagnóstico en el que se obtuvo la gran noticia de que había derrotado el cáncer.
Los médicos atribuyen la rápida recuperación del perrito a la detección temprana del tumor.

Buddy se encontraba de nuevo ansioso y con la ilusión de pertenecer a un hogar para siempre.

Y finalmente su sueño se hizo realidad. Según una publicación de Howl of a Dog, él fue adoptado por una amorosa familia de Michigan, Estados Unidos.

Allí se encuentra recibiendo todas las atenciones que un perro merece, nunca más tendrá que soportar el abandono y su nombre ahora es «Román». También tiene un hermano canino y dos hermanos felinos, además cuenta con la compañía de algunos ciervos que visitan el patio de la casa.

La madre adoptiva de Román dijo:
“¡Estoy tan enamorada de Roman! Él es un ángel!”.
nuestros peludos necesitan amor y un hogar para siempre