Koda, una golden retriever de terapia de Georgetown Texas Fire Department, salvó el día recientemente. Como K9 de compromiso con la comunidad, está acostumbrada a servir a los demás. Con solo cinco años de edad se ha convertido en toda una heroína.
Cuando no está ayudando a su padre, Jonathan Gilliam, a enseñar a niños y adultos sobre la seguridad contra incendios, la adorable golden suele prestar una pata como perro de terapia a su comunidad.
El trabajo de Koda suele ser poco estresante, pero recientemente se le presentó una emergencia cuando su padre se quedó atascado fuera del departamento de bomberos. Koda era la única que podía ayudarle y cumplió perfectamente con su trabajo.
Jonathan, jefe de bomberos adjunto del departamento, le dijo a The Dodo:
“En ese momento, pensé que era solo mi tarjeta de acceso la que no funcionaba”.
Perrita de la estación de bomberos ayuda a uno de sus compañeros cuando se queda afuera

Jonathan salió a limpiar después de un evento cuando la puerta se cerró tras él, pero su tarjeta llave no funcionó cuando intentó volver a entrar.
El bombero recuerda:
“Mi pensamiento inicial fue: ‘¿Cómo voy a volver a entrar?’”.
Llamó rápidamente a la central de emergencias para que alguien viniera a ayudarlo. Mientras esperaba, el hombre miró por la puerta y vio a Koda. Entonces pensó en un nuevo plan.
Jonathan dijo:
“Pensé para mis adentros, ‘Me pregunto si Koda podría abrirlo’”.
Koda se alegró mucho cuando el hombre llamó a la puerta de cristal: sorprendentemente, saltó para pulsar la barra y abrirla como si lo hubiera hecho un millón de veces. En realidad, era la primera vez que abría una puerta, pero, afortunadamente, ¡lo consiguió!

Una vez que consiguió entrar, Jonathan se dio cuenta de que el sistema de entrada sin llave del edificio no funcionaba. Si alguien del equipo de emergencias hubiera acudido a ayudarle, también se habría quedado fuera.

Koda, sin saberlo, salvó a su padre y al resto del Cuerpo de Bomberos de Georgetown del caos total con un pequeño pero poderoso salto. Sus acciones tuvieron mucho peso, aunque todo lo que Koda obtuvo a cambio fue un emocionado movimiento de cola y algo de gratitud por parte de su orgulloso papá.

Koda ha vuelto a sus tareas habituales desde aquella noche, pero sigue recibiendo elogios de sus compañeros bomberos por haber ayudado a su padre y de paso a todo el equipo.