La orangutana Sandra de 33 años de edad, permaneció en cautiverio gran parte de su vida y finalmente ha sido enviada al santuario Center for Great Apes en Wauchula, Florida, donde podrá disfrutar de la libertad junto a otros animales de su especie.
El animal se dio a conocer a nivel mundial en 2014 cuando se convirtió en sujeto de un caso judicial de Argentina, siendo legalmente reconocida como ‘persona no humana’ por la jueza Elena Liberatori.
Sandra estuvo más de 20 años en el zoológico de Buenos Aires, que actualmente funciona como un ecoparque, y fue enviada el 27 de septiembre del 2019 al zoológico Sedgwick County de Kansas, para cumplir con todos los protocolos sanitarios. Allí permaneció durante 39 días en cuarentena antes de ser trasladada al santuario.
La nueva vida de la orangutana Sandra tras ser liberada

Los estudios que expertos le realizaron mostraron resultados favorables en cuanto a su estado de salud, logrando descartar una posible tuberculosis. El veterinario David Murphy fue quien la acompañó durante el viaje y afirma que ella permaneció muy tranquila; además estuvo muy interesada en mirar por las ventanas.
El personal del zoológico de Sedgwick County se mostró fascinado por el buen comportamiento de la orangutana durante su estadía en el lugar.

Sandra ahora convive con 22 orangutanes y 31 chimpancés que llegaron en su mayoría al santuario después de ser rescatados de la industria del entretenimiento, laboratorios, el comercio ilegal de mascotas exóticas, y de circos.
Uno de sus compañeros es el famoso Bubbles, el chimpancé del fallecido cantante Michael Jackson, que llegó en 2005.

Según CNN, Patti Ragan, directora del santuario dijo lo siguiente a través de un comunicado de prensa:
“Era tímida cuando recién llegó, pero una vez que vio los columpios, los juguetes y las áreas verdes en su nuevo hogar, salió a explorar”.

Sin duda alguna, el reconocimiento que ganó Sandra en 2014, debido al fallo que determinó que tenía derechos básicos como «ser sintiente» en vez de ser considerada como un objeto o cosa susceptible de propiedad, es un valioso testimonio para ayudar a generar mayor consciencia sobre el respeto que merecen estos animales.
Ragan dijo a CNN:
«La destrucción del hábitat por causa de la tala, la minería y el cultivo de aceite de palma está causando la pérdida de cientos de orangutanes tan inteligentes y encantadores como Sandra».
Los nuevos cuidadores de la orangutana han estado muy ansiosos por su llegada, todos se encuentran dispuestos a velar por su bienestar por el resto de su vida.

En el santuario, ella puede disfrutar de una intrincada red de túneles sobre el suelo a las 11 áreas diferentes donde viven los orangutanes en el sitio de más de 40 hectáreas, también tiene a su disposición un área cubierta de hierba con muchas estructuras donde podrá jugar y hacer acrobacias.

Sandra nació en Alemania el 14 de febrero de 1986 y a los 9 años fue trasladada al zoológico de Buenos Aires, lugar que se encontraba administrado por el empresario y conductor televisivo Gerardo Sofovich.
En esos años, no existían muchas personas en desacuerdo con la idea de animales exóticos encerrados entre rejas, y por tanto el zoológico era considerado como un lugar educativo, logrando incluso realizar allí la primera fiesta del día del animal en Buenos Aires. Pero gracias al crecimiento del movimiento en pro de los derechos de los animales, ahora Sandra disfruta de una mejor calidad de vida, sin encontrarse expuesta al ruido de la ciudad y sin soportar la ausencia de otros animales de su especie.

En un inicio se tenían en mente otros alojamientos alternativos para Sandra, como lo es la reserva de Sorocaba, en el estado de São Paulo, pero finalmente se decidió que el santuario de Florida era el más apropiado para ella.
Algunas personas como Pedro Pozas, presidente de Proyecto Gran Simios y su director ejecutivo en España, se mostraron inconformes con la decisión al encontrarse a favor del recinto en Sorocaba.
Pozas dijo:
“Nuestra instalación de Brasil era gratuita y estaba garantizado su alojamiento futuro a perpetuidad, y sin ningún gasto”,

Aun así, lo más importante ahora es que Sandra se encuentra muy saludable y feliz disfrutando de su nuevo hogar en libertad. Ella se alimenta principalmente de frutas, verduras, hojas y raíces. Además sus cuidadores les ofrecen cortes de pasto fresco, ramas y hojas de poda que utiliza tanto de alimento como para realizar nido, esconderse u otros comportamientos propios de su especie.
Si deseas conocer más sobre la maravillosa labor de la organización Center for Great Apes, puedes seguirla en su página de Facebook
Hola Mane, muchas gracias por la información adicional que aportaste a esta nota. Saludos
¡¡¡Me encanta la nota !!!
Tengo recortes de periódicos del traslado de Sandra y su preparación previa, que fue muy cuidada.
El viaje lo hizo con la veterinaria Ivana Iaquinta y una persona más.Ella fue la que escribió que había
llegado muy bien al aeropuerto de Dallas y «había comido uvas y tomado agua de coco».
Fue entrenada para el viaje con mucho tiempo y amor. Viajó con una «manta de apego» como las que
suelen usar los bebés.
Me interesé siempre en el caso por el revuelo y la parte judicial de la historia.
Lo que dice el señor del santuario de Brasil creo que es cierto; parece que el millonario viaje hasta
Estados Unidos fue muy redituable para algunas personas, pero lo importante por lo menos para mí
es que esté en la naturaleza, con los suyos y feliz como debió estar siempre.
Les agradezco mucho la nota, en realidad la estaba esperando. Gracias nuevamente.