¿Qué harías si supieras que tu mejor amigo tiene los días contados? Roman Smith enfrentó esa pregunta devastadora después de dos décadas junto a Gandalf, el gato que definió cada etapa de su vida. Su respuesta fue tan simple como desgarradora: recrear una fotografía que lo cambiaría todo.
Lo que nadie esperaba era que esas dos imágenes, separadas por 20 años, se convertirían en el símbolo más poderoso del amor incondicional que jamás había visto internet.
Cuando Roman tenía apenas 9 años, Gandalf —o «Gannie» como lo llamaba cariñosamente— llegó a cambiar su mundo para siempre. No tomó mucho tiempo para que ambos descubrieran que se amaban más que a nada en el mundo.
«Sin importar lo que estuviera enfrentando, siempre tenía a Gannie a mi lado. Despertaba con él acurrucado junto a mí cada mañana», recuerda Smith. «Era mi mejor amigo, y lo amaba con todo mi corazón.»
Hombre y su gato recrean una foto

Poco después de la llegada de Gannie, los padres de Smith tomaron una fotografía de los dos amigos. La imagen mostraba a Smith con una camisa naranja y roja abrazando a Gandalf, quien descansaba relajado boca arriba en los brazos de su niño. Ambos, el chico y el gato, se veían decididamente felices.
«Me alegra que mis padres decidieran tomar algunas fotos de la ocasión, ¡ya que las cámaras de teléfonos realmente no existían en 2003!» dice Smith.
Ninguno sabía que esa fotografía se convertiría en el punto de partida de una historia que rompería corazones dos décadas después.
Durante los años siguientes, el vínculo entre Smith y Gandalf se volvió inquebrantablemente fuerte.

«Tener el mismo gato a través de tantas etapas de desarrollo de mi vida nos acercó tanto como una mascota puede estar de su dueño», explica Smith. «Desde la angustia adolescente hasta decisiones importantes de carrera, Gannie siempre estuvo ahí.»
Pero Gandalf no era solo el mejor amigo de Smith. También se había establecido como el rey indiscutible de todos los demás animales de la familia.
«Era una pequeña bola de fuego feroz», recuerda Smith. «Teníamos múltiples perros grandes además de otros gatos, y Gandalf era el rey. Al mismo tiempo, era increíblemente cariñoso. Ronroneaba al más mínimo toque y siempre quería jugar con juguetes para gatos.»

En los últimos años de su vida, algo cambió en Gandalf. Comenzó a moverse más despacio y a pasar aún más tiempo con Smith, casi como si se diera cuenta de que su tiempo se estaba agotando.
«Su movilidad declinó y… su actitud se suavizó un poco», cuenta Smith. «Se convirtió en un verdadero compañero para mí, siempre acurrucado junto a mí cuando estaba jugando videojuegos.»
«Aunque mantuvo algo de ese fuego, especialmente cuando tenía hambre», agrega Smith con una sonrisa en la voz. «Si sentía que su comida se retrasaba aunque fueran unos segundos, se aseguraba de que todos lo supieran. Su presencia siempre iluminaba la habitación, haciéndote saber que las cosas estarían bien porque él estaba ahí.»

Pero el tiempo, ese enemigo implacable, finalmente alcanzó a Gandalf.
Tristemente, la vida de Gandolf llegó a su fin. Pero antes de despedirse de su mejor amigo, Smith tomó una decisión que rompería millones de corazones. Se puso una camisa naranja, instaló un trípode, y tomó una fotografía de ambos, recreando exactamente la foto de 20 años atrás.
Luego Smith publicó ambas fotografías en Reddit: la primera, mostrando a un niño de 9 años con su nuevo compañero; la segunda, mostrando a un hombre de 29 años despidiéndose del amor de su vida.
La respuesta fue inmediata y abrumadora: miles de visualizaciones y comentarios de personas cuyas almas fueron tocadas por estas dos imágenes.

«Me gustó la idea de ver la comparación lado a lado», explica Smith. «Un gato de la infancia viviendo 20 años es muy poco común, así que es una foto muy especial para mí. Realmente muestra cuánto tiempo estuvimos juntos.»
Pero estas fotografías eran mucho más que una comparación temporal. Eran la representación visual más pura del amor incondicional que puede existir entre un humano y su compañero animal. En la primera imagen: la promesa de aventuras juntos, la inocencia de un niño que no sabe lo que significa perder. En la segunda imagen: la realización de esa promesa, el dolor de un hombre que sabe exactamente lo que significa amar sin reservas.

Gandalf ya no está, pero Smith nunca lo olvidará.
«Amé a Gannie más que a nada», dice Smith. «Perderlo ha dejado un agujero masivo en mi corazón. Pero sé que con el tiempo, ese dolor se convertirá en cariño. Espero con ansias el día en que su memoria traiga una sonrisa a mis labios antes que una lágrima a mi ojo.»
Las dos fotografías de Smith y Gandalf se han convertido en algo más grande que un tributo personal. Se han convertido en un recordatorio universal de que el amor verdadero trasciende el tiempo, las especies, y incluso la muerte.