Sola y abandonada en las calles de Bali, Indonesia, estaba una cachorrita. Su pelaje era de color marrón y sus ojos de un profundo color avellana. Arrastrándose por un agujero en el arcén de una carretera muy transitada, se topó con la entrada de una tubería de aguas residuales y vio en ella su única esperanza de cobijo. No sabía que este hogar improvisado sería el comienzo de su historia de rescate.
Aubrey V Lynn estaba un día en casa trabajando cuando recibió un inesperado mensaje de texto de su pareja, que había ido al gimnasio. Le informó que había visto a una cachorra al salir de su barrio y sabía que no podía dejarla así; tenía que ayudarla.
Temiendo que la perrita pudiera saltar al tráfico en marcha, actuaron con rapidez y compraron comida para perros en una tienda de animales local con el fin de atraer a Charlie (como llamaron a la cachorra) fuera del desagüe.
Hombre encuentra a una perrita que usaba el desagüe como refugio

Durante más de 24 horas estuvieron esperando ansiosos a que Charlie saliera, pero no se movía. Al final, después de tanto esperar sin resultado a la vista, se les ocurrió intentar algo diferente, y ocurrió el milagro.

Aubrey dijo a The Dodo:
«Nos sentamos allí durante horas tratando de agarrarla. Ella no salía, así que nos fuimos, volvimos a subir a nuestro scooter y ella corrió hacia nosotros».

¡Charlie corrió hacia ellos! Fue casi como si hubiera sabido desde el principio que esas dos personas estaban allí por su bien y que ya nada más importaba; se calmó al instante y permitió que se acercaran lo suficiente como para llevarla con ellos sana y salva.
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Sin discutirlo de antemano, tanto Aubrey V Lynn como su compañero sabían que Charlie formaba ahora parte de su familia. Aunque llevaba tanto tiempo viviendo sola, sin contacto ni familiaridad con humanos o entornos hogareños, se adaptó muy bien al ser acogida por ellos; a los pocos días se notaba lo mucho que deseaba que la volvieran a querer, como describió Lynn: «se notaba que sólo quería que la quisieran».

Hoy en día, cuando te encuentras a Aubrey V Lynn con su pareja correteando por el jardín jugando a buscar con Charlie, no pueden evitar maravillarse de lo bien que encaja esta cachorrita en su vida; ninguno de ellos esperaba que fuera así, ni que se convirtieran en un trío tan unido, pero aquí están, disfrutando de la compañía del otro.
Maravillosa historia, gracias por compartir, yo quisiera rescatar más pero ya van 5 y de verdad sale caro, sobre todo el veterinario. Felicidades jamás se arrepentirán de esa buena y bella acción!