En Arusha, en el norte de Tanzania, mucha gente ve a los perros como criaturas sucias e indignas, y el padre de Ismael Mungaya no entendía por qué su hijo de 21 años estaba gastando tanto tiempo y dinero ayudándolos. Él pensaba que Ismael estaba loco por rescatar a los perros sin hogar, pero aún así su hijo construyó un santuario en el patio de su casa para los perros que más lo necesitan.
Cuando Mungaya llegó a casa con su primer perro, su padre le gritó durante una semana entera, llamándolo mentalmente inestable. Pero Mungaya no podía evitar amar a los animales.
Todo comenzó hace un año cuando encontró a Tina, una perra que había dado a luz a cuatro cachorros bajo un arbusto, y Mungaya sabía que tenía que ayudarla.
Construyó un santuario para perros sin hogar en el patio de su casa
Mungaya dijo a The Dodo:
«Me sentí muy triste por ella. Los llevé a casa [Tina y sus cachorros] donde construí una pequeña caja para cubrirlos de la lluvia, y seguí alimentándolos».
Pero Mungaya no sabía qué hacer a continuación.
Mungaya dijo:
«En ese momento no tenía idea de que los perros podrían ser vacunados contra cualquier enfermedad. Sólo sabía que podía alimentarlos y encontrarles nuevas casas».
Así que Mungaya escribió un post sobre Tina y sus cachorros en Facebook, diciendo todo lo que quería hacer para ayudarles. La publicación fue compartida, lo que ayudó a que Mungaya encontrara gente que pudiera ayudar.
Mungaya dijo:
«Encontré una amiga que es muy amable y amante de los animales. Ella me visitó y trajo comida para perros. Llamó a un veterinario que vino y los vacunó. Mi otra amiga se unió a mí y ella me ayudó a esterilizar y castrar a todos los perros».
El trabajo de rescate de Mungaya no se detuvo con Tina y sus cachorros. Comenzó a rescatar más y más perros. Aunque el padre de Mungaya todavía no está completamente contento con su hijo por querer ayudar a los perros, él ha comenzado a acercarse y le ha permitido a su hijo construir un refugio improvisado para perros en su patio.
La red de Mungaya sigue creciendo, mientras la gente se entera sobre el joven salvador de animales y se siente inspirada para ayudar.
Mungaya dijo:
«Mis padres a veces se reían de mí… pero mi madre me ha dado la esperanza de que estoy haciendo lo correcto».
Hasta la fecha, Mungaya ha ayudado a más de 30 perros a los que ha rescatado, rehabilitado y reubicado, y actualmente cuida a cuatro perros en su refugio.
Pero Mungaya y su creciente refugio siguen enfrentando muchos desafíos. Por ejemplo, cuando Tina se fugó en un instante en septiembre pasado, alguien la vio en la calle y le disparó en la pierna y el cuello. Afortunadamente, uno de los nuevos amigos de Mungaya la llevó al veterinario para salvarle la vida.
Joven de Tanzania ayuda a los perros sin hogar
Los perros de la calle en Tanzania siguen enfrentándose a muchos problemas; hambre, abandono, abuso y violencia, y Mungaya está tratando de cambiar las percepciones negativas hacia los perros.
Mungaya dijo:
«Cuando tengo perros y no estoy seguro de que pueda conseguir comida para ellos, es difícil, muy difícil para mí».
Mungaya ocasionalmente recibe pequeñas donaciones, que utiliza para comprar comida para los perros, pero a menudo tiene que pagar por cosas de su propio bolsillo, incluyendo suministros para los cachorros que a veces tiene que alimentar con biberón las veinticuatro horas del día.
A pesar de todo, Mungaya está decidido a seguir ayudando a tantos perros como pueda, siempre y cuando pueda.
Mungaya añadió:
«A veces me vuelvo desesperado cuando la gente me decepciona, pero siempre digo que tengo un plan para ellos [los perros] en mi corazón. Un perro que ayudé abrió mi corazón para tantos otros. Ahora es mi objetivo ayudar a los perros por el resto de mi vida».
Más información: The Dodo | Facebook/Ismael Mungaya
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