Bob, es un veterinario retirado que siempre ha estado ligado a los animales, pues ellos siempre le han brindado una gran satisfacción y felicidad. Pero la vida de Bob cambió en el año 2009, cuando le diagnosticaron Alzheimer, desde entonces su vida es una constante lucha.
Es difícil encontrar algo que haga feliz a Bob, parece que nada lo alegra, pero por fortuna todo sería distinto con su gato Mooshu.
Mooshu es un gato amable, extremadamente social y tierno, que le gusta estar rodeado de personas y acurrucarse sobre ellos.
Gato amable no deja solo a su padre con Alzheimer

El gato se unió a la familia en el año 2013, Bob, ya padecía la enfermedad, y Mooshu no tardó mucho tiempo en darse cuenta cuánto lo necesitaba.
Patricia Wright, esposa de Bob, Dijo a The Dodo:
«Bob seguía pidiendo un gato en su regazo, así que seguí recogiendo a Mooshu y poniéndolo en el regazo de Bob. Ahora está allí todo el tiempo y duerme en sus brazos por la noche».
Los esposos tienen otro gato llamado Norman, pero por alguna razón, su padre enfermo tiene un vínculo especial con Mooshu.

El gato gentil parece saber lo que está sucediendo con su padre, se ha convertido en su pequeño protector y lo vigila donde quiera que vaya.
Patricia dijo:
«Creo que sabe que su papá lo necesita más ahora que antes. Cuando Bob se ducha, Mooshu es quien maúlla y se frota contra él como si tratara de asegurarse de que está bien».
El gato trata de compartir la mayor cantidad de tiempo con su padre, pero a veces debe irse para realizar las actividades comunes de los gatos.
Patricia se dio cuenta de lo angustiado que se ponía su esposo cuando Mooshu no está cerca de él, por lo que se le ocurrió una gran idea.

Patricia dijo:
«Bob estaba muy feliz con Mooshu en su regazo y lo mantuvo tan tranquilo que no estaba feliz a menos que el gato estuviera allí. Tuve que comprarle un gato robot para hacerle compañía cuando Moosh estaba haciendo cosas de gatos».
Al principio, Mooshu rechazaba la compañía del gato robot, no asimilaba que también estuviera en el regazo con su padre, pero al final lo aceptó.

Ahora Mooshu puede ir tranquilo a explorar y jugar, pues su padre disfruta de la compañía del gato robot mientras su mejor amigo decide volver.
Padecer la enfermedad de Alzheimer no es fácil, algunos días son mas complicados que otros, pero mientras que Mooshu esté al lado de Bob, no hay nada que no puedan superar juntos.
Patricia dijo:
«Mooshu es lo único que Bob todavía disfruta. Solía ser un veterinario, por lo que el contacto con los animales es muy importante para él y Mooshu voluntariamente lo suministra todo el tiempo».