Wall-E es un perro de 6 años que fue adoptado en 2015 del Maricopa County Animal Care and Control (MCACC). La nueva familia lo llevó a casa, lo cuidó y mimó con golosinas y juguetes. Luego, un día, tres años después, Wall-E encontró todas sus pertenencias agrupadas en dos bolsas plásticas de basura.
El perro no podía entender por qué él y sus cosas fueron llevados de regreso al refugio de Arizona, o por qué su dueño estaba llorando cuando se despidió. Todo lo que Wall-E sabía era que, una vez más, estaba solo y con el corazón roto.
Al parecer la familia de Wall-E ya no tenía tiempo para cuidar de él y por eso lo dejaban en el refugio.
Perro abandonado con su cama y sus juguetes
Jordan Bader, quien dirige una página de Facebook para los perros adoptables del MCACC, dijo a The Dodo:
«Fue entregado por su familia porque no tenían suficiente tiempo para él. Estaba muy asustado. En su perrera, ladraba y ladraba».
El refugio estaba muy lejos de parecer un hotel para perros, así que Wall-E no podía tener sus juguetes y su cama en su perrera. Estaba confundido y deprimido, lejos de las comodidades de su vida anterior y de las personas que prometieron amarlo para siempre.
Cuando los adoptantes caminaban cerca de su jaula, no podían ver más allá de la actitud defensiva que enmascaraba al perro que una vez fue feliz. Pero los empleados del refugio sabían que había un perro increíblemente dulce detrás de las rejas, esperando que alguien viera el verdadero Wall-E.
Jordan dijo:
«Debido a su presencia en la perrera y sus evaluaciones, muchas personas lo desestimaron. [Pero] con los voluntarios fue muy dulce y juguetón y le encantaba hacer ‘zoomies'».
Wall-E se sentó a esperar por una familia en el refugio durante dos meses, pero nadie aparecía. Fue entonces cuando Jordan tuvo la idea de contar su historia para ver si así el perro lograba encontrar una nueva familia. Y funcionó.
Jordan dijo:
«Alrededor de seis voluntarios y yo dirigimos la página [Facebook] y la red para los perros del refugio. Sabíamos que esta imagen sería desgarradora y recibiría mucha atención, pero no teníamos idea de que explotaría como lo hizo. Tuvimos mucha gente interesada en él».
Lynn Lee vio la foto del perro triste y se conmovió tanto que fue inmediatamente al refugio para encontrarse con Wall-E en persona. Ella llevó a su propio perro, y el par se llevó tan bien que el día después de que la foto de Wall-E se publicara en Facebook, él ya se dirigía a su bien merecido hogar para siempre.
Lynn escribió en un comentario junto un video:
«Una simple foto y una publicación en las redes sociales trajo Wall-E aquí. Juntos podemos verdaderamente hacer de este mundo un mejor lugar, un acto de amor a la vez».
Jordan dijo:
«Han sido increíbles. Wall-E se lleva muy bien con la familia, ama los parques para perros y los mimos».
Ahora con su nueva madre, Wall-E está dejando que su personalidad brille, y se está acostumbrando rápidamente a su nueva cama para perros.
Wall-E es un perro feliz de nuevo.
