Cuando Maile Trist estaba revisando su correo electrónico, encontró un mensaje que de inmediato supuso que se trataba de una broma. Al parecer, su querida perrita, una chihuahua mayor llamada Jazzy, se encontraba bajo el cuidado de Cowley County Humane Society, luego de que la encontraran deambulando sola por una cantera de roca cercana.
El correo electrónico acerca de la perrita no tenía ningún sentido para ella, ya que Jazzy al parecer había fallecido dos años atrás. Maile cuenta que se mudó de California a Kansas y debido a la mudanza y un nuevo trabajo de tiempo completo, ella sintió que no tenía suficiente tiempo para dedicarle a Jazzy. Y le pidió a una pareja amante de los perros, de quienes era amiga que cuidara de su perrita por un tiempo.
Lo que la mujer recuerda es que, cuando intentó ponerse en contacto con la pareja, ellos ignoraron sus llamadas y eliminaron sus cuentas de las redes sociales. Ella no podía encontrarlos, y pasados seis meses, el prometido de Maile logró localizarlos y les pidió a Jazzy de regreso.
Perrita que había muerto corre hacia los brazos de mamá al verla en el refugio

Maile le dijo a The Dodo:
“La señora le dijo que había muerto tres meses antes. Pasó como un año y medio, y mucho, mucho duelo. Me sentí horrible por dársela porque pensé que no estaba allí para sus últimos momentos”.

La joven creyó que no volvería a ver a su amada perrita, pero por suerte, Jazzy tenía un microchip de localización. Y cuando recibió la noticia de que su perrita estaba en un refugio, dejó todo para estar a su lado nuevamente.
Maile recuerda:
“Automáticamente, me dirigí a casa desde mi trabajo, me subí al auto y me dirigí hacia ella. Estuve llorando de vez en cuando todo el camino hasta allí, que fue un viaje de casi tres horas. No podía creer que todavía estuviera viva y no tenía idea de cómo terminó tan lejos, pero en esos momentos, no me importaba”.
La joven agregó
“Me encontré con mi hermosa niña, metí la mano en la jaula y automáticamente caminó hacia mí, moviendo la cola y puso su cabeza en mi mano. ¡Empecé a llorar porque había encontrado a mi perrita!”.

Jazzy no tardo en reconocer a su madre, y en segundos su pequeña cola comenzó a moverse sin control. La pequeña chihuahua estaba tan feliz que no dejó el regazo o los brazos de su madre durante el viaje en auto a casa.
Ahora, Jazzy no permitirá que su madre se le pierda de vista de nuevo. Lo que sucedió con la pequeña perrita mayor es un misterio, pero lo importante para su familia es que está a salvo y lista para pasar sus años dorados junto a su amada humana favorita.

Finalmente, Maile dijo:
“Ha sido tan, tan feliz desde entonces y no se aparta de mi lado ni me deja ir a ningún lado sin ella. ¡Y yo siento lo mismo! Está un poco más blanca que la última vez que la vi, y sus caderas están un poco más adoloridas, pero sigue siendo la misma anciana que era antes, y estoy muy contenta de que se haya quedado amando a través de estos dos últimos años”.