Hace poco más de 9 años, Catherine Morris y su familia adoptaron de un refugio a Spike, un springer spaniel inglés. La familia estaba muy emocionada con el nuevo integrante, pero todo ha sido completamente diferente a como pensaron que resultaría. Por supuesto, desde un inicio el canino ha disfrutado compartir la cama con sus seres queridos y es algo que a pesar del tiempo no ha cambiado en absoluto.
Spike siempre se caracterizó por ser un perro lleno de energía, y desde el primer día que llegó con su nueva familia, disfrutaba corretear por todo el lugar e ir tras las pelotas de tenis, y en la noche subía las escaleras para dormir plácidamente entre sus amados humanos.
Catherine le dijo a The Dodo:
«La primera noche que lo tuvimos, cerramos la puerta de la escalera y nos fuimos a la cama. ¡Él lloriqueó por un par de minutos antes de saltar por encima de la puerta en la oscuridad y trotar hacia la habitación de mis padres y directamente a la cama! Y ahí es donde durmió a partir de ese momento».
Familia se turna para dormir en el sofá con su perro

El adorable perro se encontraba en medio de su edad dorada, y empezó a notar sus movimientos más lentos y torpes, su energía no era la misma de hace algunos años y se había ralentizado bastante.
Catherine y sus padres estaban realmente preocupados de perderlo después de que Spike sufriera dos derrames cerebrales, pero el canino aún no estaba listo para abandonar a su amada familia.

A los pocos días de sufrir su segundo derrame cerebral, Spike no lograba mantenerse en pie por su propia cuenta, así que la familia lo paseaba por la casa para animarlo. Sorprendentemente, el perro mayor tenía una gran fuerza interior y aprendió a caminar de nuevo por sus propios medios.
A pesar de su avance, Spike aún no tenía las fuerzas para subir las escaleras al segundo nivel y llegar a su lugar favorito, el dormitorio de sus padres, así que la familia decidió instalar una puerta en su escalera ya que sabían que él buscaría la manera de llegar hasta allí.

Pero la familia sabía lo mucho que Spike amaba dormir junto a sus seres queridos, así que se les ocurrió un plan para hacer feliz a su amado perro. La familia de Spike decidió alternarse durmiendo en el sofá con él cada noche para asegurarse de que no intentara saltar la puerta hasta el segundo nivel.
Catherine cuenta:
“Este nuevo horario comenzó mientras yo estaba en la universidad, así que mis padres pasaban noches alternas abajo con Spike. Desde que me mudé a casa, me uní a la rotación, así que, en general, podemos dormir un poco más entre los tres».

El padre de Catherine estaba siempre atento a todo lo que su perro mayor pudiera necesitar, siempre fueron grandes amigos y su amor era algo increíble.
La joven agregó:
“Son absolutamente inseparables. Mi papá lo llama ‘frijol viejo’ y siempre están charlando. Mi papá también lleva a Spike su agua y comida al sofá y lo alimenta con la mano para asegurarse de que obtenga sus medicamentos y mantenga sus fuerzas».

Lamentablemente, Spike falleció durante el verano, y aunque fue un golpe duro, su familia sabe que él siempre supo que fue muy amado y que ellos se enfocaron en mantenerlo feliz durante el tiempo que estuvieron juntos.