Erika Jarvis junto a un equipo de buzos de OceanX, una misión de exploración oceánica sin fines de lucro, realizaban una inspección a la zona de arrecifes de los Cayos de Florida en Estados Unidos. Junto a ellos también iba una familia de delfines que hacían su recorrido por las costas muy de cerca al bote.
La mujer rápidamente se dio cuenta de que dos de los delfines tocaban sus aletas dulcemente mientras nadaban muy de cerca de la proa de la embarcación, así que aprovechó y sacó su teléfono para registrar en un corto video el increíble momento donde parecía ver a los defines «tomados de las manos».
Erika, quien además es la directora de redes sociales de OceanX, le dijo a The Dodo:
«Se quedaron con nosotros durante mucho tiempo, alrededor de media hora. Éramos unos 20 en la proa, mirando hacia abajo… El sobrecargo (la persona que se ocupa de toda la administración del barco), que estaba de pie junto a mí, me miró y dijo: ‘¿lo tienes?'».
Buzos ven a dos delfines ‘tomados de la mano’

Cuando regresaron de la expedición, Erika se dirigió a hablar con un investigador de cetáceos; quería saber más acerca de lo que había presenciado bajo el agua. En la cuenta de Instagram de OceanX realizó una publicación acerca de lo vivido aquel día.
La mujer escribió:
«Si bien puede parecer que estos delfines nariz de botella que navegan con la estela en nuestra proa están participando en un apretón de manos competitivo. el contacto de aleta con aleta es en realidad una muestra de vínculo social, especialmente entre las hembras y los machos en grupos sesgados».
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Un estudio publicado en el año 2006 por la revista Etología en el sitio web Wiley Online Library, se habla acerca de la «natación de contacto» explicando que no es algo extraño entre los delfines nariz de botella del mismo sexo.
Lo que podríamos definir como un apretón de manos bajo el agua puede ayudar a los delfines hembras en la disminución del estrés, apoyo en movilidad y la señalización de cooperación.

Para Erika quedó claro que esta pequeña manada de delfines posee una estructura social fuerte y profundos lazos familiares. Y el tocar las aletas entre ellas era una muestra de apoyo entre sí.
Finalmente, Erika agregó:
«Su pequeña brecha sincrónica realmente lo hace más dulce».