Steve Lucas, un hombre de 65 años, procedente de Gales, cuenta que abordó su camioneta Citroën luego de ver las fotografías que su esposa Anastasia, de 51 años, residente en Kiev, le enviara de una zona en llamas muy cerca de su apartamento mientras le comunicaba que se sentía demasiado aterrorizada para dirigirse hasta un refugio antiaéreo.
La mujer se vio obligada a permanecer en la ciudad junto a su querido gato cuando estalló la guerra debido a las normas de inmigración del Reino Unido, pero podría reunirse con su esposo luego de que las medidas fueran reducidas para los refugiados ucranianos.
De acuerdo con Daily Mail, Steve condujo su camioneta sin parar durante casi 24 horas; cruzando a través de Francia, Bélgica, Alemania, y la mayor parte de Polonia antes de detenerse para pasar la noche cuando se acercaba a la frontera con Ucrania.
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Al cruce de la frontera, el hombre se unió a una larga fila de automóviles que esperaban para pasar a Ucrania junto a camiones del ejército polaco que pasaban en un carril de la autopista que había sido cerrado.
Steve dijo:
«Le había dicho que intentara llegar a Polonia hace unas semanas, pero ella quería quedarse y aguantar hasta el viernes, pero para entonces las cosas se estaban poniendo un poco difíciles».

Kiev se mantiene bajo un toque de queda nocturno en el que se recomienda a los residentes a pasar la noche en estaciones de metro y complejos subterráneos mientras los bombarderos rusos siguen presentes.
Steve asegura:
«Me alegro de haberle dicho que pusiera cinta adhesiva en las ventanas porque dijo que seguían traqueteando todo el tiempo. Estaba demasiado asustada para ir al refugio y pasaba todas las incursiones sola en el piso. Su amiga le dijo que cada vez que corría hacia el refugio esquivaba cadáveres en el camino y que no podía hacer eso».

Finalmente, un taxista llevó a Anastasia hasta la estación de Kiev, donde logró tomar un tren a la ciudad aún segura de Lviv, en el oeste de Ucrania, donde finalmente podría encontrarse con su esposo.
Steve agregó:
«Ella insistió en que no se iría a menos que encontrara a alguien que cuidara de su gato Lucky, pero al final él viene con ella, así que tengo comida para gatos, arena para gatos y una cama para gatos en la parte trasera de la camioneta».

La pareja se conoció y se casó mientras Steve trabajaba en Ucrania hace cinco años, pero debido a las normas migratorias británicas ella no pudo regresar con él en aquel momento.
Steve se reunió finalmente con su esposa y su gato luego de que ella pudiera tomar un tren a Lviv, gracias a un valiente taxista.
Steve dijo, según BBC:
«Se necesitó un hombre muy valiente para conducir arriba y abajo de los bloqueos de carreteras, y había bombas estallando, y este tipo llevó a mi esposa a la estación».

Steve describió su reunión con su esposa en Lviv como «bastante casual», y agregó:
«Ella dijo: ‘Ya no podía llorar porque he estado llorando’. Ha estado llorando durante dos semanas».
Él dijo que lo que sigue ahora es llevarla de regreso a Gran Bretaña y ver si pueden tramitar su visa sin inconvenientes.