Seis perros leales persiguieron la ambulancia que llevaba a su dueño, un hombre sin hogar que sufrió un principio de accidente cerebro vascular (ACV) y luego de ser internado, pasaron más de 24 horas esperándolo fuera del Hospital Santa Casa en Cianorte, sur de Brasil.
En un video se puede ver el extraordinario momento en que los fieles perros llegan jadeando a la entrada de urgencias del hospital después de perseguir la ambulancia por varios kilómetros.
Los perros se negaron a abandonar la entrada del hospital, cuando el habitante de la calle, conocido solo como Luiz, se enfermó de repente.
Seis perros persiguen ambulancia y esperan 24 horas fuera del hospital
Voluntarios de la organización Amigos de Patas Cianorte sacaron fotos de los perros acostados en la entrada del hospital.
La voluntaria Simone Ziliane cuenta que los perros siguieron la ambulancia que llevó a Luiz y se quedaron aullando por horas frente al hospital. El hombre fue dado de alta al día siguiente, pero salió por la otra entrada con su hermano.

Los perros, a quienes él considera su familia, se quedaron esperando a que apareciera. Sólo se fueron cuando Luiz volvió a recogerlos.
Simone dijo a G1:
«Los perros estaban desesperados. Siguieron a la ambulancia, corrieron tras ella por las carreteras y llegaron justo cuando Luiz estaba siendo ingresado en el hospital. Se volvieron locos cuando lo recibieron y aullaron sin parar en la entrada».
«Después de un rato se acostaron en el suelo y se negaron a irse. Cuando nos dimos cuenta de que Luiz había sido dado de alta y que sus mascotas no sabían nada, uno de nuestros voluntarios fue a buscarlo a la casa de su hermano y lo llevó al lugar donde todavía lo esperaban los perros».
«No se había dado cuenta de que estaban afuera todo este tiempo, pero no estaba tan sorprendido».
Los perros estaban felices cuando Luiz apareció, aullaban y saltaban a su alrededor.
Luiz y sus perros son inseparables
Según la organización, a Luiz le han diagnosticado problemas psiquiátricos, pero durante años se ha negado a aceptar la ayuda de organizaciones benéficas para personas sin hogar y su familia. Aparentemente prefiere vivir en la calle con sus perritos.

Simone dijo:
«Hace un tiempo le alquilamos una casa muy sencilla con un gran patio para los perros, pero él no la aceptó y se negó a entrar a la casa. Dijo que su casa es la calle. En ese momento, los perros también fueron llevados a una perrera, creada por un voluntario de la ONG, pero escaparon saltando por encima del muro y persiguiendo a Luiz. Donde quiera que esté, puedes garantizar que los perros nunca están muy lejos.
Después de temer por su salud, Luiz aceptó tomar un baño y un plato de comida mientras sus perros eran bañados y alimentados.
Según la ONG, todos los animales han sido castrados, vacunados y desparasitados.
Para el fin de semana, Luiz ya estaba de vuelta en las calles con su grupo de perros fieles.
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Meses atrás, fui de vacaciones a Salta, una provincia en el norte de Argentina.
LLamó mi atención ver a un señor, con innegable apariencia de estar en situación
de calle, seguido por varios perros.
Cada uno tenía puesta una manta muy bien hecha que cerraba en el cuello.
Al acercarme leí que cada una decía «No me la quites, a la noche hace frío».
Pregunté y me dijeron que en la ciudad eran devotos de San Roque, patrono de
los perros.
Y así era…todos los perros callejeros tenían su abrigo y paseaban libres y felices
entre la gente. Lo asocié con la historia de Luiz.