El estadounidense David Verburg ganó el oro en el relevo de 4 × 400 metros durante los Juegos Olímpicos de Río de 2016, así que es justo decir que David se encuentra entre los corredores más rápidos del mundo. Su increíble velocidad le ayudó esta vez a salvar una vida.
Mientras conducía por una carretera transitada en Florida, David vio a un animal que necesitaba desesperadamente ayuda. Era una tortuga que estaba varada en la calle, con gran riesgo de ser aplastada por algún vehículo, según The Dodo.
David dijo:
«De hecho, casi lo golpeo yo mismo. Me desvié para perderlo. Dije: ‘Maldición, él va a ser aplastado'».
Medallista olímpico de oro en atletismo salva a una tortuga

David no permitiría que la tortuga fuera atropellada, así que no la dejó allí, él supo que tenía que acudir en su ayuda. Entonces, dio una vuelta en U, se detuvo y salió corriendo del auto para buscarla antes de que fuera demasiado tarde. Él usó su increíble velocidad para correr al rescate. Ni siquiera esperó a atarse los zapatos.
Él dijo:
«Mis zapatos estaban desatados y sueltos, así que cuando comencé a correr, pensé: ‘Esto fue una idea terrible’, pero ya comencé a correr».
Incluso con los zapatos desatados, su velocidad le permitió salvar a la tortuga de un mal día, sin tener que interrumpir el tráfico por mucho tiempo.
Puedes ver a David en acción en el siguiente video:
David dijo:
«Pensé que no merecía acabar así. Pensé que si podía salvarla, debía intentarlo».
Él dijo que la tortuga no parecía estar herida. La había salvado justo a tiempo.
Después de ese dramático rescate, David continuó manejando su auto hasta que encontró un lugar seguro para liberar a la tortuga en la carretera. Aunque quizás nunca sepa qué tan cerca estuvo de la muerte, la tortuga pudo ver a la persona que la salvó y está muy agradecida.

David añadió:
«Cuando la coloqué, ella sacó la cabeza de su caparazón. Se siente bien saber que podría ayudar a un animal que lo necesitaba. Siempre he tenido una debilidad por los animales».
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Los dones que Dios nos ha dado, son para ponerlos al servicio de la comunidad como lo hizo este atleta; merece un reconocimiento especial por tener un corazón de la medalla que ganó: ORO. BENDICIONES MIL¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡