Morgan Hizar y su novio se mudaron a su nuevo apartamento en la ciudad de París, Francia hace algunos meses. Ellos empezaron a dejar la puerta abierta una vez que comenzó hacer buen tiempo, y así fue como una noche y de forma inesperada, apareció un pequeño visitante que se pavoneaba alegremente como si estuviera en su propia casa.
Estaban realmente sorprendidos al notar que ahora había un gatito naranja en su casa, que disfrutaba recorrer cada rincón sin importarle ser observado por la pareja. El felino tomó posesión del sofá como si fuera el dueño de todo lo que había en casa.
Es un gato amistoso y le dejó saber a los humanos que disfrutaba de las caricias y los mimos. Estaba muy limpio y parecía bien alimentado, así que Morgan y su novio pensaron que pertenecía a algún vecino cercano.
Gato visita a una pareja en su apartamento

La mujer le dijo a Love Meow:
«Casualmente, (ese mismo día) le pedí a mi novio que comprara un pescado porque estaríamos solo nosotros dos. Era una señal».
Desde aquella ocasión, el curioso y travieso gatito continuó visitando la casa de la pareja todos los días.
Morgan cuenta:
«Viene todos los días, a veces varias veces al día, siempre que haya alguien en casa que lo deje ir y venir. Lo primero que hace cada vez que entra es deambular por cada parte del apartamento. Siempre encuentra inmediatamente las cosas nuevas, las olfatea si hay algo y luego se acerca a nosotros para acurrucarse».
Tan pronto como llega a casa de sus nuevos amigos, se pone muy cómodo y le gusta descansar en el sofá o en la cama, por supuesto primero se da un largo y meticuloso baño antes de dormir una siesta junto a sus amigos humanos.

Mientras el novio de Morgan está trabajando en la computadora, el felino no tarda en ir a supervisar su trabajo, y se acomoda en su silla cada vez que ve la oportunidad. No puede ver un regazo vacío porque de inmediato sube y se acurruca para tomar una siesta.
Morgan y su novio decidieron darle un nombre a su gato vecino, así que lo llaman Caramelo, y ya conocen la rutina de su amigo cuando visita su hogar.

La mujer agrega:
«Es muy amable, adorable y conversador, y siempre nos maúlla. También ha comenzado a ser más juguetón. No es tímido en absoluto. Se acerca a cualquiera y sigue sintiéndose como en casa».
Luego de una pequeña investigación y hablar con algunos de sus vecinos, se enteraron de que el gato le pertenece a un anciano que también vive en su edificio. Morgan ha considerado visitarlo y llevarle algún presente para contarle un poco de las aventuras de su felino, y de lo mucho que ella y su novio lo aprecian.

Caramelo ha llenado de tanta alegría y diversión a la pareja desde que se mudaron. Ellos están muy felices de poder compartir su hogar con su vecino felino.
Morgan dice:
«Es su mundo. Simplemente vivimos en él».
belleza un amor de gatito gracias por recibirlo y darle amor bendiciones a los tres