Una encantadora gatita de color naranja, llamada Annie, de solo 3 semanas de edad, fue llevada a una clínica veterinaria, ya que necesitaba atención médica y mucho amor. Lamentablemente, fue la única sobreviviente de su camada, pero por fortuna demostraba unas increíbles ganas de vivir y salir adelante.
Cindy Congdon, una voluntaria de Foster Kittens del sureste de Idaho, le dijo a Love Meow:
«Mi hija (técnica veterinaria en la clínica) mantuvo a Annie alimentada y caliente debajo de su escritorio, y luego la llevó a casa para cuidarla y alimentarla durante la noche. Annie necesitaba ser alimentada cada 3 o 4 horas durante todo el día, así que cuidé de Annie los días que mi hija trabajaba para que pudiera dormir un poco».
Alternando entre las horas de su alimentación, Annie tomaba plácidas siestas en su cómodo nido con una manta suave y un juguete de peluche para sentirse acompañada todo el tiempo.
Gatita ama hacer amigos y comienza a abrazar a todos

La pequeña gatita anaranjada anhelaba recibir el afecto constante de sus cuidadores y dejaba brotar algunos ronroneos de su pequeño cuerpo.
Cindy cuenta:
«Le encantaba la atención y el tiempo de juego con sus amigos humanos y perros. El Golden Retriever de mi hija, Jax, y mi Gran Pirineo, Marie, amaban cuidar a la bebé Annie, y los seguía como una hermana menor».
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Annie era diminuta, pero su fuerza y valentía superó todo esto. La felina jugaba a luchar con los perros, perseguir sus colas y se abalanzaba sobre ellos. Luego de estos ratos de juego, se acurrucaba contra la barriga de uno de sus hermanos caninos para una siesta rápida.
La pequeña mantuvo a sus enormes hermanos adoptivos alerta con su energía desenfrenada y sus travesuras. Siempre exigía juegos, golosinas y abrazos.

Por ese mismo tiempo, Cindy tenía a otra camada bajo su cuidado, se trataba de cinco dulces y esponjosos gatitos blancos y negros, una semana más jóvenes que Annie.
Cindy asegura:
«Un solo gatito necesita mucho tiempo para jugar y necesita aprender habilidades sociales críticas que se aprenden mejor de otros gatitos. Entonces, cuando Annie tuvo la edad suficiente para ser vacunada, le presentamos a Stormy (la mamá gato) y los Raindrops (los gatitos)».

Tan pronto como conoció a los otros felinos de la casa, Annie estaba más que encantada y dejó salir su personalidad extrovertida, muchos mimos y tanta energía en la habitación de acogida, que los otros cinco gatitos estaban desconcertados al verla, pero sin duda la gatita ama hacer amigos y estaba dichosa de conocer a otros pequeños como ella.
Cindy dijo:
«En su mayoría, la vieron jugar con sus juguetes y correr por la habitación de los gatitos. La actitud predeterminada de Annie es que todos los que conoce ya la aman, por lo que no era tímida con Stormy (la mamá), y Stormy estaba bien si la dejaba jugar con sus gatitos».
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Annie estaba realmente emocionada y feliz de tener compañeros de juegos con quienes correr y revolcarse por toda la casa. Empezó a aprender sobre los límites, y pronto su deseo de morder y arañar las manos de Cindy disminuyó notablemente.
Cindy dijo:
«Pronto, sacó a los Raindrops de su habitación y los llevó a mi habitación al otro lado del pasillo, y comencé a encontrarlos acurrucados juntos en el portabebés de Annie, o en su canasta».

La gatita traviesa y diminuta se ha convertido en una gata joven y revoltosa que disfruta cuidar bien de sus hermanos adoptivos, les enseña travesuras y los cubre de caricias y mimos.
Finalmente, Cindy agregó:
«Annie y los Raindrops ahora son inseparables. Se persiguen, exploran juntos, se acicalan y se acurrucan juntos para dormir».

Pronto la encantadora familia felina estará lista para una nueva aventura en su vida, encontrar a la familia ideal para ser felices por siempre.