Mientras José Eduardo Millani Ramos daba una caminata por su vecindario en Brasil junto a su perro llamado Ikki, no imaginó que su paseo terminaría convertido en una asombrosa historia llena de drama. Normalmente, durante sus caminatas juntos, Ikki suele seguir a su padre desde cierta distancia, pero aquel día al regresar a casa José se dio cuenta de que su perrito no estaba a la vista.
Rápidamente, el hombre alertó a su familia y decidieron salir de inmediato en la búsqueda de su perro, también informaron a sus vecinos y conocidos para que les avisaran si alguien encontraba a Ikki por el vecindario.
José Eduardo le dijo a The Dodo:
“Me sentí terrible cuando desapareció. Sentí como si me hubieran quitado una parte de mí. Necesitaba saber qué le pasó».
Familia encuentra a su perro perdido, pero era un impostor

Luego de dos días sin saber nada de su querido perro, José se topó con una publicación en las redes sociales que hablaba acerca de un perro perdido que había sido rescatado, y de inmediato reconoció los puntos reveladores del pelaje de Ikki.
Sin pensarlo dos veces, José condujo su automóvil para reunirse con su perro. Aparte de estar más sucio que la última vez que lo vio, el perro estaba muy bien de salud.
El hombre recuerda:
“Lo llamé por su nombre y corrió hacia mí. Él no dejaba de lamerme”.

De regreso a casa jugaron un rato y el perro parecía ser el mismo de siempre, y seguía las rutinas de su hogar como si nada hubiese cambiado. José y su familia parecían complacidos por el regreso de su amado perro.
José cuenta:
«Él me besó. Jugamos. Me sentí completo de nuevo”.

Luego de pasar algunos días juntos, el hombre notó que algunas de las manchas de su pelaje no coincidían con las que recordaba, así que decidió compararlas con algunas fotografías viejas y descubrió que no tenía a Ikki en casa, lo que indicaba que su verdadero perro seguía desaparecido.

La familia estaba conmocionada, pero para ese momento ya tenían gran afecto por el perro impostor a quien llamaron Paolo. Luego de descubrir todo, José reanudó su búsqueda en Internet y encontró una publicación que decía que se había encontrado un perro que se parecía a Ikki, y luego de observar detenidamente, las manchas de este perro coincidían con las de Ikki.
Finalmente, Ikki estaba a salvo y en casa junto a sus humanos favoritos, y la familia ahora era doblemente afortunada ya que decidieron adoptar a Paolo y ahora tenían a dos perros casi idénticos en su hogar.
José agregó:
«Decidimos quedarnos con el impostor. Paolo había sido un perro sin hogar, pero ahora hace que todo se sienta más completo. Él no tiene la culpa. También merece un hogar».

Cuando recuperó a su perro perdido, José terminó encontrando más de lo que jamás imaginó.
José finalmente añadió:
«Tengo suerte de tenerlos. Fue un error que terminó muy bien».