Zoomie es una dulce perrita que fue abandonada a su suerte en un bosque por su familia y que necesitaba ayuda desesperadamente. Con solo 4 meses de edad, ella tuvo que soportar el dolor del abandono y valerse por sí misma para sobrevivir.
La perrita encontró un arroyo cercano que la ayudó a mantenerse hidratada y se refugió bajo algunos árboles de olivo que bordeaban el costado de una carretera. Tristemente, esperó allí durante una semana mientras conservaba la esperanza de que alguien la rescatara.
Una persona de buen corazón vio a la perrita acurrucada al costado del camino un día y comenzó a dejarle algunos alimentos cada vez que pasaba por el lugar. Además, se comunicó con el centro de rescate Adams County Pet Rescue, para informarles sobre la perrita.
Cachorrita abandonada tiene la reacción más dulce al ver a su rescatista

Kyya Grant, directora del centro de rescate, respondió a la llamada y fue hasta el lugar indicado con uno de los miembros de su personal. Al llegar donde se encontraba la perrita, se dio cuenta de que el rescate no sería rápido.
La rescatista decidió ganarse su confianza poco a poco. Guardó la jaula y comenzó a hablar con la perrita, asegurándole que estaría a salvo.
Kyya le dijo a The Dodo:
“Estaba tan asustada y ladrando mucho. [Los perros en esta situación] son muy difíciles de atrapar”.
Zoomie continuaba temerosa para permitir que Kyya se acercara a ella, así que la rescatista decidió intentar algo diferente con la esperanza de ayudar a la perrita. La mujer se fue por algunas horas y regresó en la noche con algo de comida y luego de un rato se fue a casa.

La perrita aún desconfiaba, pero la rescatista se dio cuenta de que la reconoció porque apenas ladraba un poco. Kyya dejó algunas croquetas en el suelo y la cachorrita salió lentamente de su escondite.
Luego de algunos bocados de comida y sentirse a salvo al lado de Kyya, Zoomie dejó caer su cabeza en la mano de su rescatista.
A la mañana siguiente, Kyya regresó al lugar donde permanecía la perrita. Y para su sorpresa, Zoomie no solo la reconoció, sino que estaba encantada de verla y no dejaba de mover su cola.
Kyya recuerda:
“Ella se puso toda animosa y hacía ‘zoomies’. Es por eso que terminamos llamándola Zoomie”.

Cuando llegó el momento de intentar sacarla de ese lugar de nuevo, a Kyya le preocupaba que la perrita no entrara sola en la jaula, así que decidió cargarla ella misma. De inmediato llevó a Zoomie al refugio, donde recibió atención veterinaria y un lugar oficial en la lista de del centro de rescate.
A Zoomie le tomó un poco de tiempo perder el miedo a las personas, pero con la ayuda del personal del refugio, la perrita comenzó a sentirse más cómoda con su nuevo entorno.

Poco tiempo después de su rescate, una pareja se enamoró de Zoomie. Presentaron una solicitud de adopción y en cuestión de días la dulce perrita se fue a casa con su propia familia para siempre.

Ahora Zoomie está feliz en su nueva vida. Disfruta corriendo con sus amigos en la guardería para perros, y en casa suele tomar agradables siestas junto a su nueva hermana.
Aunque el personal del centro de rescate asegura que extraña a Zoomie, están felices de todo lo que ha logrado y siempre recordarán con cariño a la dulce perrita.