Luego de llegar de un partido de fútbol, Mia Ibáñez, escuchó varios maullidos mientras hablaba con su mamá. La casa de la familia cuenta con un campo gigante en la parte trasera, por lo que Mia y su madre decidieron salir para saber de qué se trataba.
Mia dijo a The Dodo:
«Salimos al patio trasero y encendimos una linterna. Todo lo que pudimos ver fue una pequeña cosa negra en el campo, así que trepamos la cerca y encontramos a la gatita que llamamos Jinx».
Familia encuentra una gatita con apariencia única

Era evidente que Jinx estaba pidiendo ayuda de forma desesperada, por lo que la llevaron a casa para prestarle la atención necesaria. Una vez allí, la envolvieron en una manta suave para calentarla y le dieron un poco de alimento, todos prometieron ayudarla hasta que estuviera bien.

Pero, pronto se dieron cuenta de que la gatita estaba destinada a ser un nuevo miembro de la familia y se quedaría allí para siempre. A pesar de lo que había vivido, la pequeña Jinx parecía estar bien, pero al siguiente día notaron que sus ojos eran más grandes de lo normal. Además, tenía ciertas características que la hacían diferente a los demás gatos, así que decidieron llevarla al veterinario para que le hicieran un chequeo médico.

Mia comentó:
«No estaba segura de sí era solo porque era una gatita (no había tenido un gatito en años), pero originalmente pensé que sus ojos eran realmente grandes, con el tiempo me di cuenta de que sus pies también eran realmente débiles. ¡Esperaba que ella se trasformara, pero nunca sucedió!».

El veterinario dijo que Jinx estaba completamente sana, no tenía ningún problema extraño y que su apariencia particular se debía a defectos de nacimiento. También comentó que había una probabilidad de que su apariencia era producto de los efectos secundarios por haber sido abandonada tan pequeña.

Pero, lo más importante era poder saber que dicha condición física no le impedía tener una vida normal, aunque luzca un poco diferente a los demás. Jinx ha crecido y sus ojos aún son enormes, sus patitas señalan hacía los lados, y su boca y su nariz también son un poco extrañas.

Su apariencia física es única y se parece más a un extraterrestre que a un gato, pero no deja de ser adorable y su familia la acepta como es.
Mia agregó:
«Honestamente, estaba feliz cuando ella nunca [se convirtió en ellos] porque amo a los animales con peculiaridades. Creo que la hacen aún más adorable. La gente generalmente se sorprende cuando se la muestro. Por lo general, la gente se ríe mucho».

Mia presenta con orgullo a su particular mascota, sobre todo porque siempre se las arregla para darle un poco de alegría a las personas que conoce. A pesar de sus diferencias, todo el mundo la ama y su familia está feliz de que las personas la acepten como ellos lo hicieron.
Jinx es como cualquier otro gato, aunque a veces cree que en realidad es un humano. Le encanta jugar y vivir cientos de travesuras, sigue a sus humanos por todas partes y siempre les hace saber lo que desea.

Jinx no sabe que es diferente, incluso ni le importa saberlo, ya que pase lo que pase, para su familia siempre será una gata perfecta.
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