Myko en un encantador perrito rescatado que ama los disfraces de Halloween, y aunque normalmente solo se usan una vez al año, el adorable chico lo ha convertido en una actividad que realiza durante todo el año. Esto ha ayudado a Myko a combatir sus miedos desde que era solo un cachorro, y la verdad es que luce increíble en cada traje.
Los padres adoptivos de Myko supieron que él era especial desde el primer momento en que lo vieron; el adorable chico tiene una gran personalidad y siempre se le puede ver feliz, aunque también tiene su lado sensible. Los ventiladores de techo, los truenos, el agua y los fuegos artificiales suelen provocarle gran susto a Myko.
Elena la madre de Myko, le dijo a The Dodo:
«Había sido rescatado de un refugio de alta mortalidad en Carolina del Sur, y antes de estar en el refugio, había ocurrido algún tipo de negligencia. Cuando vimos fotos de él, fue amor a primera vista … Su carita en la pantalla con esos enormes ojos marrones instantáneamente nos habló a los dos, y supimos que teníamos que rescatarlo».
Familia encuentra la manera de ayudar a su perro con ansiedad
Cada que Myko se asusta, puede ladrar por largos períodos de tiempo. Y resulta muy difícil calmarlo. Así que sus padres fueron muy creativos y descubrieron que la solución a su problema estaba a simple vista en su armario.
Elena cuenta:
“Nunca sabemos con qué nos podríamos encontrar que desencadena una respuesta de miedo. A pesar de eso, es increíblemente valiente, inteligente y receptivo al entrenamiento; ha logrado mucho y ha superado muchos de estos desafíos».
La madre de Myko agregó:
«Habíamos leído sobre cómo la ropa que se ajusta a la forma (como una ThunderShirt ) o la presión alrededor de las orejas puede ser calmante para los perros que están en un estado de excitación elevado. Le habíamos comprado un disfraz de Halloween de Eeyore hace unos meses, así que le sacamos la parte de las orejas caídas. Se los pusimos y al instante se volvió muy callado y tranquilo».
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Su viejo disfraz se transformó desde entonces en su protección contra el miedo, y al ver las orejas del traje sabe exactamente que es hora de relajarse y que todo estará bien. Por supuesto, a Myko no le importa usarlas ya que además recibe una deliciosa golosina al mismo tiempo.
Elena añade:
«Si recibe un recordatorio de que tendrá que usarlas, puede que se quede callado y luego se vaya a hacer otra cosa. Cuando las sacamos o él las ve, también puede calmarse».
Myko ama la calma que le transmiten sus adorables orejas y agradece a sus padres por cuidar de él en cada situación que afronta.
Finalmente, Elena asegura:
“La forma en que se expresa, sus sentimientos, sus reflexivas reacciones a las cosas, es tan inspiradora y un recordatorio de que está bien sentir las cosas y buscar ayuda cuando la necesitas”
Elena agregó:
«Las lecciones que hemos aprendido de él sobre el coraje, las segundas oportunidades y la bondad son infinitas».
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