Viendo este asombroso animal de más de 4 pies de altura, no es sorprendente que la gente pueda pensar que este pájaro no es más que una figura mecánica. Sus ojos verde amarillentos y un enorme pico con forma de zapato casi le dan una expresión caricaturesca, y cuando mira a su alrededor, su cabeza se mueve como un robot.
Pero en las profundidades de los pantanos tropicales del este de África, encontrarás estas cigüeñas picozapato (Balaeniceps rex), a la orilla del agua, esperando durante horas el momento adecuado para atacar a sus peces favoritos.
Son inquietantemente prehistóricas, y a pesar de su amable expresión, se sabe que incluso cazan cocodrilos jóvenes y lagartos como bocadillos.
Cigüeñas picozapato enormes pájaros que no parecen reales
Permanecen inmóviles durante largos períodos de tiempo cada día, simplemente son pacientes para que venga la presa. Los picozapato son silenciosos, solo hacen ruido cuando junta su pico rápidamente para saludar a otro pájaro o llamar a sus crías.
Además de su pico gigantesco, hay una razón por la que este pájaro es llamado «el rey de los pantanos». Sus alas pueden extenderse a más de 8 pies de ancho, y pueden volar distancias cortas a pesar de ser tan grandes.

Con sus características llamativas y su inquebrantable paciencia para la comida, es difícil no dejarse impresionar por estos gigantes. Eran incluso una especie querida para los antiguos egipcios, incluso apareciendo en sus obras de arte.

Pero en las últimas décadas, estas magníficas criaturas han estado en peligro debido a la caza y destrucción de su hábitat por la exploración petrolera y la expansión de las granjas.

Los picozapato corren el riesgo de ser capturados en la naturaleza por el comercio ilegal de aves, y de ser exhibidos en zoológicos.
Los investigadores en un reciente plan de conservación, dijeron:
«Son aves valiosas, y la ausencia casi total de éxito reproductivo en cautiverio mantiene una presión constante sobre la población silvestre para satisfacer las demandas comerciales. Los picozapato son aves muy sensibles, y las exportaciones pasadas han implicado una alta mortalidad durante la captura, el tránsito y el cautiverio».
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Los residentes que viven cerca de los hábitats de estas cigüeñas en el lago Mambamba, en el este de África, han notado que las aves son objetivo del comercio, por lo que formaron grupos de voluntarios para vigilar a los presuntos cazadores furtivos y trabajar con las autoridades locales para denunciarlos.

También traen a los visitantes a través de las marismas densas, y si tienen suerte, obtendrán un vistazo único de estas aves emblemáticas en la naturaleza.
Para ayudar a proteger al picozapato en libertad, pueded hacer una donación a BirdLife International.