Probablemente nunca habías escuchado sobre los quokkas, pero seguramente ya has visto fotos de ellos en internet. Este animal es originario de Australia, de las islas del suroeste del país. Los quokkas tienen un pelaje marrón grisáceo, orejas redondas, patas cortas y cola pequeña, son «parientes» de los canguros y los wallabies.
La cola hace que tengan la misma habilidad que la de un canguro, a estos les permite saltar, y, en el caso de los quokkas, desplazarse hábilmente a través de túneles que cavan en la tierra. También se trepan a los árboles.

Un quokka es un marsupial adorable, del tamaño de un gato, que mide entre 40 y 90 centímetros de largo y pesa entre 2,5 y 5 kilogramos, y su cola mide de unos 25 a 30 centímetros.
A los quokkas los puedes distinguir fácilmente por sus muecas sonrientes, y no nos sorprende que los llamen «los animales más felices del mundo» porque es fácil capturarlos en fotos, y es frecuente poder acercarse a ellos ya que se comportan amistosamente.

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Los quokkas son los animales más felices del mundo
Estos animales viven hasta 10 años, son herbívoros y suelen hacer vida nocturna. Sin embargo, a diferencia de otros animales, los quokkas no se asustan mucho de los humanos.

Es común que se les acerquen con frecuencia, en especial en la isla. Aunque son considerados “vulnerables” en la lista de especies en peligro de extinción.

Los quokkas pueden mantenerse durante largos períodos de tiempo sin alimentarse ni beber agua, pero la mayor parte de su hidratación proviene de las hojas que comen.

Los quokkas viven en comunidades de entre 25 y 150 miembros, organizados en torno de los machos dominantes.


Aunque puedes hacerte selfies con ellos, si te encuentran alimentándolos o agarrándolos, puedes recibir una multa de entre 300 y 2000 dolares australianos.


Recuerda que los quokkas no son mascotas.
Más información: Animal Planet