En otoño de 2020, Don Pepe fue descubierto abandonado en una caja fuera del Centro de Rescate de Animales de Mistley. Como no estaba acostumbrado a estar dentro de una casa ni a recibir cariño de las personas, los rescatistas consideraron que probablemente el perro provenía de una granja de cachorros.
Sin embargo, el perrito sin hogar se adaptó rápidamente y se hizo amigo de los demás animales del refugio. Aunque todos pensaron que encontraría una familia rápidamente, no fue así.
Khaya Castagnoli, la madre de Don Pepe, le dijo a The Dodo:
“Estuvo en el refugio durante unos cinco meses antes de que lo adoptara. La gente lo había estado pasando por alto debido a su lengua”.
Perro no podía encontrar hogar debido a su lengua
Don Pepe es un perro mayor al que únicamente le quedan dos dientes en la boca, lo que le dificulta mantener su larga lengua dentro. Sin embargo, en cuanto Khaya vio a Don Pepe y su lengua rebelde, supo que era el compañero perfecto para ella.
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Después de eso, el adorable perrito ha estado viviendo con su madre adoptiva en Londres y su lengua es tan imprevisible como siempre. Es evidente que el diminuto perro tiene poco o ningún control sobre ella, lo que hace que adopte posturas inusuales con regularidad.
Khaya cuenta:
“A veces juro que parece que mueve la lengua, pero no estoy segura de si es voluntario o involuntario. Todavía da lametones, por lo que tiene cierto control sobre eso”.
La lengua de Don Pepe no le impide vivir su mejor vida, e incluso si lo hace, el encantador perrito siempre encuentra soluciones.
La mujer añadió:
“A veces le cuesta comer su refrigerio [favorito], los guisantes, porque ruedan demasiado. Pero por lo demás, maneja muy bien su comida. Su lengua está fuera prácticamente todo el tiempo. ¡Solo la veo entrar cuando ladra (lo cual es muy raro)! Creo que es un esfuerzo para él contenerse ya que solo le quedan dos dientes”.
Su lengua, que no entusiasmó a los adoptantes en su momento, ahora les produce placer a las personas. Cuando ven a Don Pepe y su graciosa lengua, los transeúntes no pueden evitar sonreír al ver sus expresiones. Khaya está encantada de que la gente acepte y ame a Don Pepe tanto como ella.
Finalmente, la mujer agregó:
“Definitivamente, anima a la gente, no puedes mirarlo y no sonreír. Muchos niños preguntan si pueden tocar su lengua, les encanta. Algunos no [lo reconocen] como un perro, pero piensan que es una criatura de la que nunca han oído hablar».
