Chrissy Beckles y unos compañeros de trabajo caminaban por una playa en Puerto Rico cuando vieron que algo se movía en un montón de basura, era un cachorro. Cuando se acercaron, se dieron cuenta de que no sólo había un cachorro, sino tres. El perrito abandonado también cuidaba y protegía a sus amigos más pequeños.
Chrissy, presidenta y fundadora de The Sato Project, dijo a The Dodo:
«Fue una escena realmente triste. Literalmente estaban sentados en un montón de basura. No había fuente de alimento, ni fuente de agua y era un día caluroso».
The Sato Project es una organización que rescata a los perros en las calles de Puerto Rico.
Encuentran un perrito abandonado cuidando a sus amigos más pequeños
Los tres cachorros parecían tener alrededor de la misma edad, pero un cachorro, llamado Maximus, era más grande que los otros, y no parecía relacionado con ellos.
Chrissy dijo:
«No sé si fueron abandonados juntos, o simplemente se encontraron. Pero él [Maximus] era como el hermano mayor, y todos estaban muy, muy unidos».
Pero Maximus necesitaba ayuda urgentemente. Cuando se movió, Chrissy notó algo seriamente mal en sus patas traseras.
Chrissy dijo:
«Lo puse de pie para ver si podía caminar, y él era muy vacilante. Él estaba moviéndose de lado, como un cangrejo, en lugar de avanzar. Ni siquiera puedo imaginar qué tipo de dolor este perrito estaba sintiendo».
Maximus, sin embargo, no parecía molesto por el dolor, estaba más preocupado por los otros cachorros.
Pero Chrissy y su equipo recogieron a Maximus y a los otros cachorros, y los llevaron al veterinario. En la clínica, una radiografía reveló la extensión de las lesiones de Maximus.
Chrissy dijo:
«Muy triste, tenía dos patas rotas, y en una pata, casi todos los huesos fueron destruidos. Lo peor de todo fue su fémur, que se había roto por la mitad, y estaba completamente fuera de alineación, por lo que no fue una ruptura limpia».
Aunque nadie sabrá exactamente lo que le pasó a Maximus, Chrissy cree que un auto lo golpeó, y las ruedas fueron directamente sobre las patas del cachorro. En su examen, el veterinario no estaba optimista acerca de salvar sus piernas.
«En ese momento, el veterinario me dijo, ‘Esto no se ve bien. Este es un perrito con dos patas muy rotas. Podemos ponerle un yeso, pero creo que hay mucho daño. Él potencialmente va a perder una».
Así que Chrissy, sus compañeros de trabajo y el equipo de veterinarios se unieron para encontrar la mejor solución. Con el tiempo decidieron poner suaves moldes a Maximus para ayudar a que sus huesos sanaran, pero nadie estaba seguro de cómo se las arreglaría para mejorar.
Maximus se recuperó milagrosamente
Chrissy dijo:
«Sus suaves moldes se cambiaban semanalmente, y se le hacía rayos X cada dos semanas. El personal veterinario era increíble. Ellos mantuvieron un ojo realmente, muy cerca de él».
Unas cinco semanas más tarde, los moldes de Maximus se retiraron y finalmente aprendió a caminar de nuevo.
Ella dijo:
«Tiene unas 35 libras ahora, y es hermoso. Es tan feliz y realmente lo es. Su rehabilitación ha sido prácticamente nada menos que un milagro».
Desde que abandonó la clínica veterinaria, Maximus ha estado viviendo en un hogar de crianza temporal y el próximo fin de semana, estará volando a los Estados Unidos para encontrarse con su familia para siempre.
Chrissy añadió:
«Va a poder nadar en el océano con su nueva familia, y van a llevarlo a terapia de agua, para ayudar a fortalecer sus patas».
Para ayudar a The Sato Project a rescatar y rehabilitar perros callejeros, incluyendo cachorros como Maximus, puedes hacer una donación AQUÍ.
Más información: The Sato Project
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